Los consumidores españoles se muestran más pesimistas que los de los países de nuestro entorno sobre el futuro de la economía, fijando la recuperación más allá de 2021, según el 54% de los consultados por EY en el reciente informe ‘Future Consumer Index. Deconstruyendo al consumidor en un entorno posvacuna’.
El proceso de vacunación, la ola de contagios y la pérdida de libertad tal y como la conocíamos está empeorando el estado de ánimo de los ciudadanos, como señala el 50% de los investigados, siendo este último aspecto el que más crece respecto al último estudio (octubre de 2020), 14 puntos más. Junto a ello, el impacto a la economía (73%) y la salud de sus familiares (61%), las principales preocupaciones de los españoles.
Con este entorno de incertidumbre, la intención de aumentar el ahorro sigue creciendo entre los ciudadanos (+5 puntos), mientras que un 42% asegura que sus ingresos siguen disminuyendo y un 73% no considera que no cree que estos mejoren en los próximos 12 meses. El consumidor no sólo consume más en casa, sino que también comienza a construir su estilo de vida en torno a su hogar.
Vuelta a la normalidad, aún lejos
La vacunación de la población sigue siendo un pilar para la recuperación de la normalidad y el consumidor tiene claro que solo un alto porcentaje de inmunizados provocaría que la COVID-19 dejara de impactar en su vida. El 42% de los entrevistados considera que tardaremos entre uno o dos años en eliminar completamente el miedo al coronavirus frente a un 31% que lo sitúan en menos de 12 meses. Acerca de la confianza de la vacuna, el 76% está dispuesto a vacunarse mientras que un 14% prefiere esperar a que haya un mayor volumen de población inmune y ver “posibles reacciones”. El 5% está indeciso y el 6% no planea vacunarse.
Al posible certificado de vacunación, seis de cada 10 se muestra favorable para ir en avión o crucero, así como también ir a espectáculos, peluquerías o gimnasios. Aquellas actividades que la distancia social es difícil de conseguir, es donde el usuarios se siente más incómodo. También desciende el nivel de comodidad en seis puntos en actividades como ir a supermercados o tiendas de comestible. Lo positivo, mejora la sensación a la hora de ir al trabajo o al colegio.
Consumidor más responsable y digital
Los españoles están reduciendo sus visitas a espacios físicos, aumentando su uso de los canales digitales, lo que desciende el gasto en productos no esenciales (moda, cosmética) o incluso optando por marcas locales o de proximidad. Un consumidor más concienciado, responsable y preocupado por su salud física y mental, prestando más atención a cuestiones como la alimentación, tiempo de calidad, impacto social y preocupación por el medio ambiente. En este nuevo contexto, el ciudadano es más “precavido y ahorrador”.
El precio, la disponibilidad del producto y el carácter saludable repiten como los atributos más valorados por el consumidor, aunque la crisis económica derivada de la pandemia ha hecho que el precio se coloque en primer lugar, aumentando nueve puntos su valoración respecto a la edición anterior.
Las restricciones establecidas han generado que los productos de limpieza y frescos, servicios de entrega y subscripciones digitales sean las categorías que más han incrementado el nivel de inversión, mientras que el gasto en vacaciones, ropa y calzado, cuidado personal, actividades fuera del hogar e incluso en artículos de lujo haya disminuido.
En el canal online, todas las categorías de consumen están creciendo, respecto a octubre del año pasado, especialmente, en la compra de artículos tecnológicos, ropa, zapatos y accesorios, productos de belleza y cuidado personal. Se debe en parte a la mejor de la experiencia de usuario a la hora de realizar sus adquisiciones y facilidades en el proceso de devolución. La tienda física se mantiene como el principal canal para comprar alimentos, bebidas y productos del hogar.
Pospandemia: aumentar gasto en vacaciones
En cuanto a sus comportamientos una vez que superemos la crisis, los consumidores se muestran claramente favorables a aumentar el gasto en vacaciones y actividades fuera del hogar, así como en artículos relacionados con el deporte y el cuidado personal, además de mantenerse en las principales categorías los productos para el hogar, frescos y comida para llevar.