Ganar un Efi: Del Annapurna al Everest

A tan solo dos días de la Gala de Entrega de los Premios a la Eficacia de la Comunicación Comercial,

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Jaime Lobera, presidente de la Asociación Española de Anunciantes (aea),y autor del artículo.

A tan solo dos días de la Gala de Entrega de los Premios a la Eficacia de la Comunicación Comercial, que se celebrará en el Teatro Real de Madrid el próximo 27 de octubre, Jaime Lobera, presidente de la Asociación Española de Anunciantes (aea), reflexiona para IPMARK sobre el mérito que supone tanto ganar un Efi como quedar finalista.

« Hay algo que afecta profundamente a la sociedad, porque está ligado a las raíces del ser humano en su desarrollo, es la necesidad de evolucionar por encima de todo y, en su máxima expresión, alcanzar la excelencia. Lo acabamos de ver, por ejemplo, en los Juegos Olímpicos. El deporte lleva siempre aparejado unos valores con los que las marcas nos vinculamos porque compartimos muchos ejes comunes en nuestro día a día para llegar a incidir positivamente en el desarrollo de nuestra sociedad.

Superación, esfuerzo, trabajo, tesón, competencia y resultados, son algunos de estos valores, entre otros, prácticamente los mismos que abundan en nuestros Premios a la Eficacia, con los que creamos modelos de evolución y aprendizaje y aunamos la excelencia de la mejor comunicación comercial.

Ahora bien, constatando de antemano que cualquier iniciativa debe tender hacia la excelencia, el otro día leyendo un artículo en prensa dominical —que nos hace reflexionar por encima del sin parar del día a día— me quedé pensando en la idea que nos trasladaba su autora: “En esta sociedad en la que ganar tiene su intríngulis, nadie nos enseña la realidad esencial de saber perder”.

En estos días pienso en la cantidad de trabajo, esfuerzo, superación y talento que tantísimos profesionales de agencias y anunciantes invierten en los casos que arman su día a día profesional y que presentan a los Premios a la Eficacia. Solo algunos ganarán la excelencia, y otros se quedarán a décimas como esos atletas que han entregado años de su vida en su carrera por llegar a ser los mejores y por unos escasos segundos no lo han conseguido.

Ser jurado de los Premios a la Eficacia tiene una responsabilidad impagable, por una parte se obtiene el mayor conocimiento de lo mejor que hay en el mercado de la comunicación comercial, y por otro también se adquiere la sensación de deber algo más de reconocimiento hacia todos aquellos que mereciéndolo sin embargo, por décimas, se han quedado en la puerta de salida.

Por ello, desde la aea queremos destacar que ser finalista en los Premios a la Eficacia ya es un premio en sí mismo, nos llena de orgullo cuando algunas marcas y agencias lo nombran en sus comunicados como parte de sus éxitos.

Si hay algo que los miembros del jurado destacan año tras año es la rigurosidad. Uno de los integrantes de la edición de este año afirmaba: “Ver el detalle de las tripas me ha hecho incrementar aún más mi respeto y consideración hacia estos premios por el estudio concienzudo de cada caso, la deliberación detallada, las aportaciones desde ángulos diversos y/o contrapuestos, la rigurosidad en las valoraciones, y un cuidado exquisito para que ningún miembro participe en casos en los que podría tener algún tipo de conflicto de intereses”.

Sin duda ganar un “Efi”, como cariñosamente se les llama en la profesión, es haber coronado el Everest, pero haber subido al Annapurna —“diosa de las cosechas” en sánscrito— también es muy meritorio. Enhorabuena, por tanto, a los ganadores, héroes ejemplares cuyo reto en su éxito es seguir construyendo algo sólido; y enhorabuena a los finalistas porque seguro que alcanzarán su objetivo. Para ello quizá les sirva saber que el secreto de la montaña más alta del mundo no está en su cima, sino bajo tierra, en su base. Los cimientos que tienen ahora, el poso de la sabiduría que da el esfuerzo, el trabajo continuado y la experiencia les servirá para ser los prescriptores de mañana.

Esas son las únicas reglas del juego ».

Jaime Lobera, presidente de la Asociación Española de Anunciantes (aea)