¿Cómo captar la atención de los existentes a un evento, sorprenderlos y conseguir ese anhelado “efecto recuerdo”? Aunque existen muchas fórmulas, el vídeo se sigue consolidando como la herramienta más popular para acercar a marcas y audiencias y hacer que los mensajes sean mucho más cercanos y consumibles.
Si estás pensando en desarrollar un vídeo, pon la creatividad a funcionar. Un vídeo interesante, que enganche y que se recuerde tiene una fase previa en la que deberás tener en cuenta estos elementos:
1. No debe ser ni muy largo, ni muy corto
Para que un vídeo cumpla con su misión, su duración debe ser de un minuto y medio aproximadamente y lo ideal es que nunca sobrepase los dos minutos.
Hacer una pieza más corta puede suponer que el contenido no se entienda bien porque falta algo de desarrollo. Sin embargo, una duración más larga tiene el riesgo de repetir información, que al receptor le resulte pesado seguir el mensaje y que desconecte en algunas partes.
2. No pierdas el foco
Para enganchar más a la audiencia, ten claro el tono que vas a elegir a lo largo de todo el contenido. ¿Buscas un enfoque más corporativo? ¿Quieres mover las sensaciones de tu público con un storytelling más emocional? ¿Tu objetivo es hacer pasar un buen rato a través del humor?
Decidir el enfoque que vas a seguir en el vídeo te servirá para ordenar todas las ideas que quieres transmitir y buscar la forma más acertada de acercarte a tu público.
3. Escucha lo que otros tienen que decir
Los testimonios aportan credibilidad en el vídeo si el público se siente identificado con los perfiles seleccionados para participar en él. Trata de buscar el corte más acertado, que resuma a la perfección la idea que buscas transmitir con la proyección de este vídeo.
4. Posproducción
Una posproducción cuidada servirá como varita mágica para ensamblar todas las piezas que forman el vídeo. Además de tener en cuenta que la música elegida case correctamente con los cortes, debes comprobar que la calidad de las imágenes sea adecuada y que el sonido se escucha correctamente.
En algunas ocasiones, también puedes incluir algunos efectos especiales para lograr que el resultado final sea más espectacular, aunque te recomendamos que evites abusar de ellos. ¡Menos es más!
5. Imágenes de archivo
Si existen imágenes en las que aparecen los asistentes al evento, incluirlas en el vídeo puede ser una buena oportunidad para aumentar la atención y lograr mejorar el engagement. No obstante, no debes caer en el error de incluir este tipo de recursos si no tiene sentido, pues puedes caer en el riesgo de que se pierda el mensaje.
El vídeo es una herramienta poderosa si lo sabes utilizar bien. Además, puede tener un recorrido mayor además de la proyección del evento a través de la publicación de píldoras en la web, en redes sociales o en las comunicaciones internas.
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