El Museo del Prado recibió a los nuevos Académicos de Honor 2020

Casero, Eguizábal, Pérez y Valmorisco recibieron sus diplomas en el Museo del Prado y pronunciaron sus discursos en una gala retransmitida en streaming con el apoyo de Antena 3.

El pasado 30 de noviembre dos creativos, un profesional de agencia de medios y un catedrático recibieron su distinción como nuevos académicos de honor de la Academia de la Publicidad en el salón de actos del Museo Nacional del Prado, durante una ceremonia celebrada ante un público reducido y retransmitida en directo a través de internet con el apoyo de Antena 3.

El director de comunicación del museo, Carlos Chaguaceda, dio la bienvenida a los asistentes con unas palabras en las que se refirió al papel del arte en la sociedad. Le respondió el presidente de la Academia de la Publicidad, Pablo Alzugaray, tributando un homenaje de la publicidad al arte. “Nuestra profesión está hecha de arte y de ciencia. La proporción de las partes cambia en cada proyecto, pero en todos, absolutamente en todos, concurren ambas. La parte del arte es decana, porque estaba antes. Y eterna, porque estará siempre. La publicidad no es tal, si no consigue expresar. Y qué es el arte sino expresión”.

El presidente de la Academia también dedicó unas palabras a Julián Bravo, Académico de Honor (ADH) y fundador de la Academia, presente en la ceremonia a pesar de su delicado estado de salud: “Es un honor y un privilegio poder celebrar esta ceremonia contigo y preservar, lo mejor que podemos, parte de tu gran legado para mejorar nuestra profesión”. Y también pidió un minuto de silencio para los tres ADH fallecidos desde la última ceremonia: Leopoldo Pomés, Michel Malka y Savador Pedreño.

Publicitaria del año

Sofía Rodríguez-Sahagún, premio publicitaria del año
Sofía Rodríguez-Sahagún, Premio Publicitaria del año

A continuación, Alzugaray presentó al nuevo Publicitario del Año, un galardón que el Jurado de la Academia otorga bajo los mismos cuatro principios de la institución -Mérito, Integridad, Generosidad y Ejemplaridad- pero sin el requisito de los veinte años de profesión. Nuevamente ha sido elegida una publicitaria, Sofía Rodríguez-Sahagún. Alzugaray hizo un recorrido elogioso por la destacadísima carrera profesional de esta ejecutiva que ha gestionado la comunicación de marcas como ING, IKEA, Vodafone o, actualmente, BBVA a escala global.

Los nuevos Académicos de Honor

Llegó así el momento cumbre con el nombramiento de los nuevos Académicos de Honor y sus discursos. Así, cada uno de ellos fue presentado por otro académico de honor antes de que el recién nominado pronunciara su discurso de aceptación. Isabel Yanguas presentó a José María Casero, Agustín Medina a Raúl Eguizábal, Augusto Macías a Ricardo Pérez y Félix Muñoz a Manuel Valmorisco.

“No conformarte con la rutina. Saber dirigir. Considerar la competencia como un adversario, no como un enemigo. A través del tiempo siempre supiste rentabilizar y promover el trabajo en equipo. Fuiste y eres generoso para compartir conocimiento y experiencia”, dijo Isabel Yanguas del fundador de Ymedia y ex CEO de Zenith Media.

José María Casero, por su parte, dedicó su intervención a un genio de la propaganda del periodo que va de 1920 a 1940, desconocido para la gran mayoría: Willi Münzenberg: “Desarrolló la estrategia de comunicación más audaz, innovadora y poderosa de la historia de nuestro tiempo, posiblemente la más eficaz de todas. También la más duradera, pues tuvo lugar hace un siglo y no es aventurado pronosticar que su influencia pervivirá. Fue el creador del impulso, sostenido, que asoció a la izquierda con los intelectuales, y unió inseparablemente a ambos con el progreso, fijó las bases de su superioridad moral y determinó lo que era políticamente correcto”, dijo, entre otras cosas, del alemán que fue Jefe de Propagada de la Internacional Socialista en Occidente por designación directa de Lenin.

Agustín Medina se ocupó de presentar a Raúl Eguizábalcatedrático de Publicidad de la UCM, autor de obras fundamentales para el estudio de la Publicidad en España y siempre esforzado en aproximar los mundos académico y profesional: “Hoy, que la industria está convulsa, que se invierte menos que nunca en formación de nuevos profesionales, es un auténtico lujo contar en nuestra profesión con alguien como Raúl, que mantiene la antorcha de la cultura y aporta seriedad, profesionalidad y carácter a nuestra profesión”.

Ricardo Pérez, nuevo Académico de la Publicidad,
Ricardo Pérez, nuevo Académico de la Publicidad.

Augusto Macías se ocupó de introducir la figura del nuevo Académico de la Publicidad, Ricardo Pérez: “Sus campañas han sido éxitos de verdad durante todo este dilatado tiempo. Sus campañas han abierto mercados, han convertido a sus marcas en apellidos familiares. Ricardo dice, y es verdad, que la publicidad debe entenderse, y la marca recordarse. Y es cierto que hay anuncios que gustan, pero la marca, si te he visto ni me acuerdo. Y Ricardo insiste en que un anuncio del que se recuerda lo que pasa, pero no la marca que lo pasa, no es genial, es fatal».

En su respuesta, Ricardo Pérez, quien admitió que este era un nombramiento largamente esperado por él, dedicó sus palabras a eso, a la singularidad que él encarna: “Ante el dominio imparable de los grandes grupos globales, yo pido que no dejemos de cultivar esa especie en vías de extinción que es la personalidad individual, esas raras avis que vuelan a su aire. Los versos sueltos dan vidilla y carácter a una profesión creativa que necesita tener cara y ojos (lo único que dejan ver las mascarillas)”.

Pérez fue muy directo al referirse al abandono de la palabra publicidad. “Quitar el secular apelativo de agencia de publicidad es como arrebatarnos el DNI o el ADN a los publicitarios. La agencia es nuestro castillo y en ella hemos pasado lo mejor y lo peor. Bastante la van a echar de menos los que teletrabajan”.

Por último, Félix Muñoz hizo la loa de otro gran creativo de larga carrera, Manuel Valmorisco: “Déjenme contarles lo que, bajo mi personal punto de vista, es un buen creativo. Por definición es curioso, está siempre aprendiendo, pero no de lo suyo. Aprende de todo. Tiene esa capacidad de combinar en su cabeza todo eso, y sacar esa nueva idea que soluciona un viejo problema. Un buen creativo es un rebelde, un inconformista. Y un excelente creativo defiende sus principios, porque los tiene, y argumenta sus ideas, porque cree en ellas. Este que acabo de describir es el Manolo Valmorisco creativo; el publicitario. El hijo de un escaparatista de Galería Preciados”.