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Citius, Altius, Fortius. Muchos años después del impresionante partido de Wieden & Kennedy para Nike, Sra. Rushmore recupera para el

Citius, Altius, Fortius. Muchos años después del impresionante partido de Wieden & Kennedy para Nike, Sra. Rushmore recupera para el COI el aspecto fantástico y épico del deporte en un mundo imaginario donde el objetivo es llegar a ser mejor que nadie lo ha sido nunca, y conectar a los jóvenes de todo el mundo con los valores del olimpismo: el respeto, la amistad y búsqueda de la superación. El spot es impactante, espectacular y un excelente trabajo de Sra. Rushmore, sin duda alguna, que además se verá en más de 200 países. Pero que esos sean los valores actuales del olimpismo, y encima se lo traguen los jóvenes, sinceramente lo veo difícil. Vamos, que Madrid sigue tratando de conseguir las Olimpiadas por el puro amor al deporte de Gallardón, como sabe todo el mundo.

El negocio. Como Cuatro, que apostó por la Eurocopa por puro amor al deporte, y aunque el éxito de audiencia fue lógicamente espectacular, dudo bastante que con la publicidad conseguida recuperasen los 70 millones de euros que pagó por los derechos. También los de Media Markt y PC City seguro que estuvieron encantados con las victorias de España, aunque les toca devolver un montón de dinero a los que compraron en sus promociones. Es de suponer que fueron precavidos y harían un buen seguro para cubrir las posibles victorias de España, porque sino les habrán salido por un pico. Los de PC City, en concreto, deben devolver 161.000 euros a los que compraron ordenadores en mayo, al ganar España la Eurocopa.

De héroes está el mundo lleno. Lo de presentar a los deportistas de élite como superhéroes no parece tan original, contando que la campaña de Grey para la WTA, que gestiona los torneos profesionales de tenis femenino, también ha optado por identificar a las grandes tenistas como superwomans que cumplen sus misiones salvando el mundo no sé exactamente de qué. Pero heroínas son, desde luego.

Credibilidad. Havas realiza un estudio sobre el cambio climático con más de 11.000 entrevistas que descubre el creciente poder de la imagen verde: “Uno de cada tres consumidores está dispuesto a pagar más por productos ecológicos”, y tratar de engañarles disfrazando “de verde lo que no es verde conduce normalmente al fracaso”. Imagino que los resultados del estudio son bastante más amplios, pues no hacen falta análisis muy profundos para saber eso, aunque todas las eléctricas, petrolíferas y compañías energéticas contaminantes sigan anunciándose verdes que te quiero verdes. La falta de credibilidad es uno de los mayores males de la publicidad actual y no se limita a lo verde. Al final, puede que lo más interesante sea que el oso polar ya casi ni da pena porque ha sido tan utilizado que aburre.

Televisión pública. Los debates sobre la función de la televisión pública parecen algo trasnochados en Madrid, donde se tiene muy claro: está para lo que quiera la presidenta. Sólo así se explica que, después de emitir en directo horas y horas de las manifestaciones de la AVT, la Iglesia y la derecha en general, no hubiese ni una cámara para retransmitir la del Orgullo Gay. Y no sería por la cantidad de gente