Coca-Cola, conocido tradicionalmente como uno de los anunciantes que mayor presupuesto destina a publicidad, redujo un 35% dicha partida en 2020, pasando de los 4.250 millones a los 2.770 millones de dólares, como consecuencia de la caída de su negocio por la pandemia de coronavirus.
Según los datos recogidos por TradingPlatforms.com, en los últimos seis años, la compañía de bebidas había dedicado una media de 4.000 millones de dólares a publicidad a nivel global. En 2014, la multinacional destinó un presupuesto de 3.500 millones, que se elevó dos años después hasta los 4.000 millones.
En 2017, volvió a ajustar su presupuesto en 40 millones, hasta los 3.960 millones, y retomó la inversión, aumentando dicha partida hasta los 4.110 millones en 2018 y los 4.250 millones en 2019.
Sin embargo, las restricciones a la movilidad impuestas en múltiples países para mitigar los contagios por COVID-19 durante el último año han supuesto un revés para las cuentas de la compañía de bebidas, que se ha visto impactada especialmente en el canal horeca. Sus ventas pasaron de los 4.200 millones de dólares a los 3.300 millones en 2020.
La estrategia de reducir la inversión publicitaria ante una caída de ventas resulta, sin embargo, una nueva apuesta para Coca-Cola. De acuerdo con el informe, a finales de 2018 las ventas de la compañía cayeron un 30% hasta los 34.300 millones de dólares. Un tiempo en el que la multinacional había incrementado su presupuesto publicitario un 3,4% entre 2018 y 2019.
El impacto de la pandemia en el negocio de la multinacional también ha salpicado en el valor de su marca. Presente en el Top 10 de marcas más valiosas del mundo en los últimos años, en 2020 la compañía se situó en la sexta plaza, al ostentar un valor de marca de 56.894 millones de dólares, un 10% menos que el precio obtenido un año antes, según el análisis realizado por Interbrand.