La frase hace referencia al vertido de crudo y a la batalla de Nueva Orleans que, a finales de 1814, puso fin a la guerra entre Estados Unidos y Gran Bretaña de 1812.
El presupuesto de la campaña, que se difundirá en prensa y televisión, asciende a cinco millones de dólares. Lo paradójico es que este dinero ha salido de las arcas de British Petroleum, concretamente de los 15 millones de dólares que la compañía petrolífera entregó recientemente a las autoridades de Luisiana con el fin de que éstas pudieran promocionar el turismo, de acuerdo con las informaciones aparecidas en el diario británico The Guardian.
No obstante, no todo es lo que parece. La campaña lleva un subtítulo, situado bajo el lema principal, que dice: En estos momentos todo el mundo es bienvenido, especialmente nuestros amigos de Inglaterra. De acuerdo con las declaraciones de Steve Perry, responsable de la oficina de turismo de la ciudad, recogidas en la web del periódico británico Daily Mail, se trata sólo de un ardid publicitario: “No podemos limitarnos a decir: vengan, estamos abiertos”.
Por otra parte, a principios de junio, BP lanzó en Estados Unidos una campaña de publicidad en medios masivos, protagonizada por el ceo de la compañía, Tony Hayward, en la que pedía perdón a los estadounidenses y les prometía que haría todo lo posible para reparar el daño y asegurarse de que no volviera a suceder. Sin embargo, los anuncios no han sido bien recibidos. Los medios norteamericanos difundieron la noticia y dijeron que en vez de simpatía, BP había conseguido aun más críticas
