La UE mira a Australia y se plantea el pago a publishers

De aprobarse en el país oceánico, dicha medida se podría incluir en la Ley Europea de Servicios Digitales y en la Ley de Mercados Digitales.

En plena elaboración de la Ley Europea de Servicios Digitales y de la Ley de Mercados Digitales, la Unión Europea se plantea la incorporación de medidas similares a la norma que está desarrollando el gobierno australiano y que obliga a plataformas como Facebook y Google a compensar con un tributo destinado a los publishers la publicación del contenido de estos últimos en sus plataformas. 

Actualmente, el Gobierno de Australia se encuentra en proceso de aprobar un código de conducta que sería de obligado cumplimiento para las grandes compañías de publicidad digital. Estas son, Google y Facebook. En el texto, se pide a ambas empresas negociar de buena fe cómo pagar a los medios de noticias por usar su contenido; asesorarles en los cambios de algoritmo que afectarían a los rankings de contenido como forma de otorgarles cierta ventaja; favorecer la fuente original del contenido informativo en los resultados de búsqueda; y compartir data con las empresas de medios de comunicación. 

Según recoge Financial Times, de aprobarse dicho código de conducta, la Unión Europea podría introducir en sus próximas leyes de comercio digital ciertos aspectos de la norma australiana. Y, en concreto, el pago a los publishers por el uso de su contenido en la plataforma de Facebook y en el motor de búsqueda de Google

El diario económico menciona las palabras del europarlamentario maltés Alex Saliba, que espera que el código minimice “los graves desequilibrios de poder” entre las plataformas tecnológicas y los publishers, y añade que “es justo que las plataformas reembolsen una cantidad justa” por los beneficios que reciben de las noticias publicadas. 

De ser así, se cumplirían los temores de las compañías estadounidenses de que la norma australiana siente un precedente para que más países se sumen a la obligación de pagar a los publishers por la publicación de su contenido, y a la que han respondido con la advertencia por parte de Facebook de recomendar a los usuarios que no compartan noticias en la red social; y el anuncio de una posible retirada del mercado australiano por parte de Google.