Skeyndor conciencia sobre el cáncer de mama en su última campaña

La campaña, que llegará a los más de 1.000 centros que distribuyen la marca en España, cuenta, como pieza principal, con una imagen que parte de la metáfora del círculo, simbolizando la idea de dar y recibir.

Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que se celebra el próximo 19 de octubre, la firma de cosmética Skeyndor ha lanzado la campaña Give Beauty, Give Science, Give a cure, para concienciar sobre esta enfermedad y la importancia de seguir avanzando en investigación. 

La campaña, que llegará a los más de 1.000 centros que distribuyen la marca en España, como pieza principal, cuenta con una imagen que parte de la metáfora del círculo, simbolizando la idea de dar y recibir. “Cuando hablamos de cáncer de mama, hablamos de un círculo en el que dar es recibir, lo que damos en el presente puede trascender y volver a nosotras como un beneficio en un futuro”, explican.

La campaña va asociada al lanzamiento de una edición limitada del Booster Hidratante Power Hyaluronic, uno de los bestsellers de la marca, como un regalo hecho de ciencia y belleza que podemos hacer a nuestras madres, amigas, hermanas o a nosotras mismas. Así nace el Give Beauty, Give Science, Give a Cure: para regalar ciencia y belleza y estar un poco más cerca de acabar  con el cáncer, uniendo el producto con la donación a la investigación para alcanzar una cura.

Los tres pilares de la acción, ideada por la agencia Planta16 comunicació, belleza, ciencia y cura, se encuentran dentro de un círculo, haciendo que la acción de dar y recibir sea constante y recíproca. Estos pilares aparecen representados a su vez a través de más símbolos circulares: las gotas (belleza), las Placas de Petri (ciencia) y el esbozo de una mama con un pezón (cura). Todo ello se une para generar un paralelismo basado en la empatía, la entrega y el apoyo mutuo.

En paralelo, Skeyndor ha iniciado una colaboración de 100.000 euros para la Fundación CRIS contra el cáncer que se llevará a cabo durante los próximos cinco años, para desarrollar nuevos tratamientos y métodos de diagnóstico y luchar contra una enfermedad que afecta a más de 2,1 millones de mujeres en el mundo.