¿Realmente sabes quién trabaja para tu marca?

Por ejemplo, existen agencias que tienden a conseguir la cuenta, gestionarla y realizar parte de la creatividad, el resto, suele

Por ejemplo, existen agencias que tienden a conseguir la cuenta, gestionarla y realizar parte de la creatividad, el resto, suele ejecutarse externamente. Cuidado. Externalizar es totalmente lícito, pues hay encargos que requieren de un experto que aporte valor añadido. Pero ¿cómo influye este mecanismo en el resultado de la creatividad y en la fluidez de los proyectos?

Desde mi punto de vista, las buenas ideas y sus resultados deben cocinarse en un escenario donde la creatividad y los procesos de producción tengan contacto diario. Un lugar donde se concentren la máxima variedad de perfiles profesionales para poder crear el equipo perfecto para cada proyecto. Redactores, diseñadores, programadores, ilustradores, animadores 3D… todos, trabajando codo con codo y enriqueciéndose entre ellos.

En este escenario, la función del creativo deja de ser únicamente la de tener grandes ideas y pasa a ser también un gestor de las mismas. Así, el creativo se convierte en un supervisor creativo. Una persona capaz de tener una gran idea, de garantizar que mejore durante los procesos de producción y de que finalmente siga manteniendo la esencia cuando esta salga a la luz.

En Manifiesto, creemos firmemente que la creatividad bien gestionada es mucho más efectiva. De hecho, me atrevo a afirmar que hoy más que nunca, es imprescindible contar con este tipo de estructuras para desarrollar eficazmente cualquier encargo, por pequeño que sea. Porque hoy más que nunca, los clientes solicitan cercanía y rapidez a la hora de trabajar.

Gracias a la convivencia de múltiples perfiles en el mismo espacio, conseguimos potenciar tres factores que seguro que muchos responsables de marca valoran: Tenemos el control
de los procesos de principio a fin. Porque las manos que ejecutan están literalmente sentadas al lado de los directores creativos, los ejecutivos de cuentas y, por lo tanto, más cerca de los clientes. Conseguimos acelerar los timings de entrega, pues los feedbacks son directos, sin intermediarios. Como consecuencia directa de esta reducción de tiempos, logramos disminuir costes innecesarios.

Como creativa, no puedo descuidar mi otro papel como gestora de ideas. Me refiero, fundamentalmente, a la gestión de aquellos procesos que garantizan el óptimo funcionamiento de los perfiles que forman un equipo de trabajo y de los procesos que garantizan la coherencia de las ideas durante el completo desarrollo del proyecto. Y la experiencia me dice que no hay mejor manera de gestionar que haciéndolo de la mano del equipo de producción.

Así que, de vez en cuando, no está de más preguntarse cómo y quién está trabajando para ti realmente. Pues dependiendo de la respuesta, tu marca podría estar perdiendo tiempo, dinero y eficacia.

(*) Noelia Fernández, supervisora creativa de Manifiesto.