En los últimos años los grandes gigantes corporativos han apostado por cambios en la gestión laboral de la empresa. Cada vez son más quienes, dentro de sus propias instalaciones, ofrecen servicios aprovechables por los trabajadores, como guarderías, gimnasios o clases de idiomas online. La razón es sencilla, pues los últimos estudios indican que, a mayor satisfacción personal del trabajador, mayor será su dedicación y productividad en el trabajo.
Sin embargo, cómo aunar formación y trabajo, capacitación y productividad, no es una pregunta sencilla y, de hecho, depende de cada empresa, sus objetivos y su organización.
La enseñanza de idiomas online, una manera de crecer interna
Es un hecho que el enfoque empresarial mundial está cambiando. Las empresas que contratan nuevo personal de manera constante y no permiten a sus trabajadores crecer están abocadas al fracaso. De hecho, las grandes empresas intentan retener a su personal durante años, ya sea mediante un sueldo elevado, condiciones flexibles o servicios educativos y formativos dentro de la entidad.
De todos los servicios que las corporaciones ofrecen a sus trabajadores, una de las medidas educativas más beneficiosas para la empresa y mejor valoradas por los trabajadores es la formación de idiomas. Aunque, desde un punto de vista empresarial, la adquisición de una nueva lengua aumenta la productividad final y mejora la eficiencia de los trabajadores, son los beneficios individuales los que mejor captan la atención de los trabajadores. Por ejemplo, aprender una nueva lengua fomenta las capacidades cerebrales, además de suponer un gran reto individual para aquellos que siempre han querido aprender una lengua.
Como consecuencia, cada vez son más las empresas que apuestan por enseñar idiomas dentro de la empresa, ya sea de manera tradicional (físicamente en un aula) o mediante la apuesta digital, con clases online. La duración y temporalidad de las clases depende de cada caso, ya que pueden entrar dentro de la jornada laboral o, por el contrario, ser costeadas externamente por la empresa fuera del propio horario de trabajo.
Aunque muchas entidades siguen apostando por las clases tradicionales, desde la llegada de la Covid-19 el formato más utilizado ha sido la clase digital u online. En la actualidad existen varias plataformas dedicadas a la enseñanza de idiomas online, si bien es cierto que, al tratase de un enfoque empresarial y no regular, la búsqueda debe concretarse en un sector específico. Por ello, las plataformas especializadas en la enseñanza de idiomas desde un enfoque comercial han crecido exponencialmente, como ha ocurrido con Preply.
En cualquier caso, la enseñanza digital posee una serie de ventajas a las que la enseñanza convencional no puede hacer frente. Entre otras, las clases pueden desarrollarse en el propio hogar, con un horario mucho más flexible para el trabajador y en unas condiciones de comodidad especialmente importantes tras la crisis del coronavirus. Además, las clases online ofertan una mayor variedad de idiomas, aunque el inglés sigue siendo la opción preferida tanto por empresas como por trabajadores.
Inglés empresarial: por qué no contratar una academia convencional
Es evidente que, de todos los idiomas existentes, el inglés es el más importante en el mundo de los negocios. Asimismo, también es una realidad que existen multitud de academias y profesores que pueden enseñar a los alumnos a desenvolverse o, incluso, superar exámenes acreditativos. Sin embargo, el clima empresarial está plagado de innumerables formalismos y técnicas lingüísticas que lo separan del enfoque cotidiano. Dichos formalismos deben trasladarse a la lengua específica que se pretenda conocer, en este caso el inglés.
Como hemos comentado anteriormente, en Internet existen numerosas plataformas para aprender inglés, pero no para aprender inglés empresarial. El inglés empresarial se caracteriza por ahondar en la jerga propia de las empresas, en sus formalismos lingüísticos y paralingüísticos, en sus formas de tratar a otras empresas. De hecho, el desconocimiento del inglés empresarial motiva que muchos trabajadores, a pesar de conocer un idioma, no sean aptos para desempeñar trabajos relacionados con el uso de dicha lengua.
En este sentido, no podemos obviar que ciertas sociedades como la inglesa, y especialmente el mundo empresarial de dicha sociedad, se caracterizan por unos altos niveles de formalismo y educación. Todo ello debe traducirse en el trato con las empresas, ya sea vía oral o mediante la escritura de ciertos documentos, y un estilo formal, con el respectivo conocimiento del vocabulario y los procedimientos lingüísticos derivados.
Así, cuando asistimos a academias convencionales o a profesores de inglés que desconocen el inglés empresarial, nos arriesgamos a no adquirir unas técnicas imprescindibles para crecer a nivel personal y profesional. En el caso de las empresas, el desarrollo y la apuesta por impartir inglés a sus trabajadores acabará por convertirse en una decisión poco lucrativa que, asimismo, tendrá consecuencias sobre la gestión del tiempo en la empresa.
Por lo tanto, al beneficio individual de aprender una lengua, enfocado en el conocimiento imprescindible de la lengua coloquial, debe unirse la búsqueda de objetivos corporativos por parte de la empresa. En este último caso, será preciso apostar por especialistas conocedores del inglés empresarial, es decir, aquella parcela de la lengua especializada en el mundo de los negocios.