La firma de vinos Osborne renueva identidad corporativa con el objetivo de reivindicar su larga trayectoria – cuenta con casi 250 años de historia-, su dimensión y visión de futuro. La primera medida que pone en marcha tras iniciar su visión y plan estratégico 2030.
Bajo la idea Osborne: legado y futuro, la nueva expresión visual de la bodega proyecta una personalidad arraigada en sus orígenes, al tiempo que mantiene un carácter más contemporáneo e innovador.
“Traslada la realidad de una compañía contemporánea e innovadora, respetuosa con su origen y su historia, y embajadora de productos gastronómicos españoles reconocidos mundialmente”, ha explicado Rocío Osborne, directora de comunicación de Osborne.
Encontrar el equilibrio idóneo entre tradición y futuro ha sido uno de los desafíos encontrados en la búsqueda de la nueva identidad corporativa. En palabras de Carlos Corral, CEO de Baud, estudio que firma dicho trabajo, “Osborne es una marca muy emblemática con un inmenso legado. El gran reto ha sido mantenerlo vivo y conseguir actualizarlo para las generaciones futuras, sin perder de vista las raíces culturales que la marca representa”.
Para la evolución del logotipo, se ha estudiado el peso de la tipografía, que se ha compensado con la mancha del símbolo. En el proceso también se han valorado otros aspectos, como el interletrado, la contraforma, las alineaciones, las curvaturas y la altura de los caracteres, todo ello con el objetivo de crear un logotipo con una tipografía propia, reconocible y atemporal.
En la construcción de la nueva gama cromática, se ha realizado una evolución de los tonos históricos de la marca para reflejar a través de ellos los orígenes y la esencia pura de la rúbrica. Se trata de colores presentes en la tierra, en los árboles, en los campos y en el vino que representan ese equilibrio entre tradición y modernidad, explican.
Se ha apostado, además, por un uso de la tipografía más amplia, utilizando fuentes condensadas y extendidas que generan un universo visual moderno, identitario y versátil. Se emplea también una tipografía caligráfica para generar texturas que evoquen tradición y que fue extraída de las cartas que Thomas Osborne Mann, el fundador de Osborne, escribía.
La nueva identidad visual ya está presente en la web y en los perfiles sociales de la marca.