El año 2006, en línea con los precedentes, ha sido un ejercicio bien trabajado, fructífero. La Asociación recibió 5.267 consultas previas, un 22% más que el año anterior, que supone un asesoramiento sobre la corrección ética y legal de los anuncios previa a su emisión. En ese año fueron desestimados 404. Las reclamaciones, por su parte, estuvieron por el orden de las 200, siguiendo la tónica de los cinco últimos años.
Si dijéramos de Autocontrol que es una entidad privada, independiente, eficaz, legal, con libertad de elección, representativa de la industria publicitaria (agencias, anunciantes medios y asociaciones empresariales), ¿podría alguien tacharnos de lisonjeros? Nadie. Porque, desde su fundación en 1995, Autocontrol ha observado estos principios mereciendo el reconocimiento de la Comisión Europea e incorporándola a la Red EJE (Red Extrajudicial Europea).
En sus 11 años de historia ha conseguido el apoyo de más de 250 asociados, que representan el 70% de la inversión publicitaria en nuestro país. Y el reconocimiento de los profesionales de la comunicación comercial, los consumidores y los poderes públicos.
Hay más. Autocontrol es un ejemplo palpable de la fuerza de la sociedad civil en un régimen democrático que proclama la subsidiaridad del Estado allí donde el ciudadano, el profesional o el consumidor no pueden llegar.
¿Laudatorio justo, o improcedente?
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