La digitalización de los seguros y su adaptación a los nuevos tiempos

El acceso inmediato e ilimitado a la información y comunicación constante es una de las principales características de la nueva era digital. Estos avances han transformado por completo la manera de relacionarnos, consumir y trabajar, simplificando los procesos y poniendo al alcance de un clic cualquier tipo de producto o servicio.

En la última década, este proceso de digitalización que se venía dando de forma incipiente, se ha acentuado con la llegada de la pandemia en marzo del 2020. El contexto obligó a empresas de todos los sectores a actualizar y adaptar sus modelos de negocios, entendiendo que sus productos pueden y deben ser pensados a medida de las necesidades y expectativas de sus futuros clientes. 

Las compañías de seguros no son ajenas a esta realidad. En una dinámica socioeconómica donde el avance es irreversible, solo queda adaptarse a una nueva oportunidad de mejora y crecimiento. Son muchas las que han ampliado sus canales de comunicación, han personalizado sus servicios y han adoptado nuevas estrategias de venta. 

Comunicarse: un mundo más allá de los canales tradicionales

Durante años las aseguradoras han sostenido un modelo de comunicación y contacto con los usuarios basado en la interacción directa. Corredores y agentes han sido el puente entre los productos y los potenciales clientes a través de canales tradicionales como las reuniones presenciales o las llamadas telefónicas. 

Hoy en día estos métodos, aunque siguen estando presentes, están siendo desbancados por las nuevas tecnologías. En la actualidad, al menos el 50% de los interesados en contratar una póliza realiza sus consultas de forma online, utilizando distintas plataformas. Entre las más usadas están las aplicaciones móviles, los chatbots, las webs oficiales, las redes sociales e incluso páginas que ofrecen comparar precios y coberturas de las pólizas entre una aseguradora y otra.

La apertura de estos canales de comunicación y fidelización han permitido, no solo aumentar las ventas, sino lograr vínculos comerciales mucho más sólidos y duraderos entre las compañías de seguros y los clientes. 

Estamos, sin duda, ante un nuevo perfil de consumidor multicanal, un desafío que algunas empresas han asumido como una oportunidad de expansión y a otras les ha reafirmado en su camino hacia la digitalización. 

Aseguradoras nativas digitales

Si bien la mayoría de las compañías de seguros tradicionales se han ido adaptando a las nuevas tendencias del negocio, existen otras que han nacido, directamente, en el entorno digital, convirtiéndose en las precursoras de la carrera por la digitalización.

Empresas como Verti Seguros, conocidas como nativas digitales, han surgido en los últimos años para aprovechar la flexibilidad, las nuevas demandas y las posibilidades de las nuevas tecnologías, pudiendo llegar a un mayor número de perfiles y servicios. 

Asistencia informática gratuita, gestión de los trámites online, o pólizas cuentakilómetros que se adaptan al uso del vehículo, son algunas de las propuestas de esta nueva generación de seguros. 

Los datos: el valor de la información

Digitalizar un modelo de negocio va más allá de tener presencia en la web o en redes sociales. Significa utilizar todas las herramientas que ofrece la tecnología para conseguir que los productos y servicios se adapten a las necesidades de los consumidores. 

Una de estas posibilidades es el Big Data. Esta disciplina, basada en el análisis de grandes volúmenes de información, permite obtener conocimiento de gran valor a través de la recogida de datos y así elaborar productos y servicios con un alto nivel de personalización, dando respuesta a lo que el cliente necesita. 

En el caso de las aseguradoras, esto les ha permitido generar capacidad predictiva, pudiendo detectar nuevos riesgos, mercados y oportunidades para ampliar sus servicios y atraer a más usuarios.

Cuando hablamos de adaptarse y evolucionar al ritmo de las nuevas tendencias, el sector de los seguros no se ha quedado rezagado. Sin embargo, si algo está claro es que el tiempo y el avance de la tecnología son los que irán definiendo los nuevos desafíos que deberán asumir, tanto nativas digitales como empresas tradicionales.