Alibaba puso en marcha en mayo de 2020 su programa AliExpress Connect para animar a influencers y creadores españoles a crear contenidos de los productos que se venden en el marketplace, colaborando, hasta la fecha, con cerca de 180 influencers nacionales. A nivel mundial ha atraído a una audiencia de casi 92 millones de personas, con más de 84 millones interacciones. Se espera que el mercado de comercio livestream en China alcance más de de 300.000 millones de dólares en 2021. En España, AliExpress colabora desde octubre de 2020 con Bea Olalla, especializada en los sectores de moda y belleza. IPMARK ha hablado con ella para conocer más a fondo el nuevo formato liveshopping y saber de primera mano sus principales ventajas.
¿Qué oportunidades presenta el liveshopping?
Esta plataforma supone una gran oportunidad tanto como para los vendedores como para los creadores de contenido y clientes. Se trata de un formato inmersivo y entretenido para interactuar con la audiencia.
¿Qué ventajas presenta trabajar como influencer en este formato en ecommerce frente a otras plataformas (redes sociales)?
Para mí, aparte de una fuente de ingresos, representa hacer mi pasión: crear contenido e interactuar con mi audiencia. Soy creadora de contenidos desde los 13 años y este es el primer formato que no solamente me permite contactar con gente real de manera directa e interactuar con ella, sino también trabajar con marcas enseñando productos que me encantan.
Ya no tenemos que limitarnos a nuestros propios perfiles en las redes sociales a la hora de generar contenido y nos permite mostrar productos “dentro de la propia tienda”. Además, las marcas también tienen un punto de referencia a la hora de valorar qué influencers pueden sentirse representados por sus productos, lo cual facilita mucho las cosas a la hora de encontrar oportunidades.
¿Qué tipo de productos vende?
Realmente, casi cualquiera. Yo trabajo sobre todo con marcas de moda y belleza, pero también he hecho directos presentando productos de salud para el cuerpo.
El formato crea una experiencia algo parecida a la que se tiene en una tienda física. Nosotros mostramos los productos desde todos los ángulos como en una experiencia real; los usamos en vivo, damos consejos de uso, trucos… lo que genera una gran conexión con el espectador haciéndole partícipe de todo. Se crea una atmósfera que es muy cómoda para la audiencia, haciéndoles reír, reaccionar, plantearse dudas. Podríamos decir que estamos ante una de las experiencias de compra online más completas que se pueden ver hasta la fecha.
¿Percibe que más marcas se empiezan a interesar en el liveshopping?
Sí, observo que están contemplándolo como un formato muy interesante y con posibilidades. Nos encontramos ante un punto de inflexión en el que los usuarios y los consumidores reciben mucha información de diferentes fuentes y en formatos o canales distintos. Podríamos decir que cada vez es más difícil llamar la atención de los consumidores, por lo que una fórmula nueva y efectiva como esta poco a poco va captando más interés por parte de las marcas.
El liveshopping supone una gran oportunidad para que las empresas construyan relaciones más sólidas con los consumidores. Sus formatos facilitan la interacción y como creadores de contenido acercamos los productos y sus características a clientes potenciales. Además, proporciona un marco perfecto para conocer cuál es el target real de cada producto.
¿Crece esta tendencia en España?
Sí, sin duda. El nuevo contexto que vivimos como resultado de la pandemia ha hecho que la gente se haya familiarizado -e incluso acostumbrado- a comprar vía online. Esto sumado a que las redes sociales ocupan un lugar muy importante en nuestro tiempo de entretenimiento diario hace que el liveshopping cale con fuerza en el público.
En el caso concreto de España, pienso que es un territorio con un gran potencial por explotar a lo que a nuevas fórmulas digitales se refiere. Además, debido al lenguaje, nuestro país es una de las puertas principales para acceder a mercados en Europa y América Latina.