Estrella Damm renueva su ‘claim’ estival: ahora busca concienciación social

La cervecera española Estrella Damm cambia su tradicional campaña publicitaria de verano con bonitas historias estivales por una protagonizada por

‘Si queremos mantener nuestra forma de vivir, ¿no deberíamos proteger aquello que la hace posible?’ , el lema de la acción de Estrella Damm.

La cervecera española Estrella Damm cambia su tradicional campaña publicitaria de verano con bonitas historias estivales por una protagonizada por la alta contaminación de nuestros mares y oceanos. La acción, titulada ‘Mediterráneamente’, pretende concienciar a la sociedad sobre la necesidad de proteger el Mediterráneo.

Bajo el lema ‘Si queremos mantener nuestra forma de vivir, ¿no deberíamos proteger aquello que la hace posible?’, la acción publicitaria arranca con un anuncio titulado ‘Acto I: Alma’, en el que se busca sensibilizar al espectador de los elevados niveles de contaminación que sufre el mar. La bailarina canadiense Claire Friesen es la protagonista del spot, quien representa el alma del Mediterráneo e interpreta una danza en el fondo del mar al ritmo de una canción, cuya letra es una llamada a la acción.

La pieza, que es una idea de Oriol Villar, director creativo de la marca, y realizada por Nacho Gayán, es la primera de las dos campañas que formarán parte de la nueva acción ‘Mediterráneamente’, cuya segunda parte verá la luz próximamente.

Refuerza su compromiso medioambiental

La marca Estrella Damm, fundada en 1876, refuerza su compromiso sostenible con esta nueva campaña, en el marco de su Plan Estratégico 2017-2021. La compañía trabaja de forma continua en el impulso de medidas de reducción de consumo de recursos naturales, de generación de energía de origen renovable y de consolidación de un modelo de economía circular. Un compromiso presente en diferentes avances en los últimos 10 años.

Además, hace unos meses que la marca inició las pruebas para retirar las anillas de plástico de las latas, lo que supondrá eliminar 89 millones de anillas, que representan 260 toneladas de plástico.