El fandom (acrónimo de las palabras ‘fanatic’ y ‘kingdom’) ha sido el tema estrella de la segunda jornada de El Día C. Los fandoms parten de nuestro lado más emocional y generan un sentimiento de comunidad nacido en la red. ¿Podrán las marcas conectar con ellos y persistir en el tiempo, o sólo los apoyarán según las tendencias que estén de moda?
«Para mí, los fandoms son los pequeños trocitos que forman a una persona», arrancó Clara Benayas, directora de planificación estratégica de La Despensa, en el coloquio «¿Son los fandoms la última esperanza?». Y es que estos grupos están conformados por individuos «con una pasión excesiva por algo, alguien o por un grupo de personas».
Acerca de estas conexiones entre el individuo y aquello que idolatran, Kerman Romeo, head of fame & media effectiveness de KFC España, comentó: «Ahora es mucho más espiritual, y creo que se está produciendo una aceleración de la cantidad de mitos que hay. Vemos ascensos y descensos fulgurantes porque parece que necesitamos sustituir unos mitos con otros. Esto puede venir por la sobreexposición de los personajes públicos, que parece que están obligados a opinar sobre absolutamente todo».
La soledad de las generaciones más jóvenes
«Creo que el ser humano es nostálgico por naturaleza. Por eso, nos propone una comunión con un grupo de personas que han tenido experiencias similares a lo que tú has vivido», comparte Romeo acerca de esta tendencia.
Benayas, por su parte, expuso que «los millennials y los Z dicen que pasan ratos de una soledad más profunda que la de sus abuelos. Quizá el fandom hace que te sientas menos solo, porque a golpe de clic sientes que conectas con alguien a través de un contenido que ambos disfrutáis mucho».
Para finalizar el encuentro reflexionaron sobre qué es lo mejor y lo peor para crear una de estas comunidades de seguidores. «Bendito problema quien tiene un fandom«, respondió Romeo. «Cuando hay una comunidad establecida, implica que alguna vez has tenido éxito. Lo peor, sin duda, es dejar que el fandom dicte lo que tienes que hacer. Eso me hace pensar y comparar entre las primeras y las últimas temporadas de Juego de Tronos. Cuando aplicas eso a las marcas, puede ocurrir algo similar: embriagarse de una expectativa por satisfacer».
«Es importante unirse al fenómeno fan, pero saber equilibrarlo es muy complejo porque hay que pensarlo todo muy bien», comentó Benayas. «Hay que tener cuidado con la emocionalidad, ser consecuente y estudiar cómo mi marca se aproxima y aporta algo de valor. Otra cosa que me gusta mucho sobre ellos es cómo dan la vuelta a las cosas, porque son capaces de premiar a la marca y quieren ser dueños de lo que ofrecen si conectan de forma adecuada».
Escuchar al fan sin perder la esencia
Natalia, triunfita de la primera edición de Operación Triunfo; Alfredo Vaz, head of art de DDB y Christian Rodríguez, periodista de la revista Cosmopolitan participaron en una mesa redonda que continuaba ahondando en el fenómeno fan y cómo ayuda a las personas a conectar gracias a sus pasiones. Pat Urgoiti, directora de estrategia de David Mad, moderó el encuentro.
No perder la esencia, la melancolía de los millennials y centennials, y escuchar a la audiencia fueron algunos de los temas tratados. «Cuando los artistas se saltan algunas directrices que marcan los fans, pueden cargarse su carrera», compartió Christian Rodríguez. «Yo escucho, pero también hago lo que me da la gana», declaró Natalia. «Tengo que hacer un balance súper complejo que me genera ansiedad. Quiero escuchar a mis fans, pero también al resto de la gente, porque si no no voy a llegar a ningún lado».
Vaz, por su parte, opinó que escuchar a las audiencias es fundamental. «Se debe conectar y escucharles. Hay muchas marcas que no se abren una cuenta de Twitter por miedo a los ataques. Para mí es como el patio del colegio del instituto, porque se critica absolutamente todo, pero creo que es un error. Es peor no hablar, o incluso ignorar».
¿Qué pueden aprender las marcas del fenómeno fan?
«Las marcas viven en el momento y ahora mismo se están agarrando a la nostalgia porque sabes que es algo seguro y que va a triunfar», señaló Vaz. «Netflix aprovecha muy bien su fandom y saben leer al dedillo al público de ahora, que no tienen tantos prejuicios como generaciones anteriores». Además, acerca de las marcas que tienen una comunidad muy marcada, compartió que «las marcas buscan fans que conecten y crean en ella. Hay gente que hace cola por ediciones limitadas de zapatillas porque creen en determinadas marcas, y todas deberían ir por ahí».
Para finalizar, reflexionaron acerca de qué pueden aprender las marcas de los fandoms. Rodríguez comenta que lo ideal es que aprendieran a «cómo comunicar para que sea natural, orgánico, como lo hacen algunos famosos cuando no hay una marca detrás». Por parte de Vaz, expuso: «Debe esforzarse por crear contenidos para ese fandom, y si va a colaborar con uno, no puede impostar nada. Tiene que entenderlo y favorecerlo, no estar ahí simplemente porque está de moda».