Consumo regulará las recompensas aleatorias de los videojuegos

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha informado que su departamento lanzará una nueva ley, “pionera en Europa”, que regulará las llamadas loot boxes o cajas botín de los videojuegos.

El Ministerio de Consumo, la cartera que dirige Alberto Garzón, ha anunciado el lanzamiento en las próximas semanas del borrador de una nueva ley, centrada en regular las llamadas loot boxes o cajas botín de los videojuegos. 

Según ha explicado Garzón en la inauguración del seminario Loot Boxes. Nuevos retos de la industria del videojuego, organizado por el Ministerio de Consumo para debatir sobre estos mecanismos aleatorios de recompensa, el objetivo de su departamento es “hacer la mejor ley posible para la protección del conjunto de los consumidores y de las personas que jugamos a los videojuegos”. 

El borrador se centrará en regular los loot boxes, definidos por el propio ministro como “dispositivos que tengan un valor económico en un mercado real o ficticio y cuyo premio aleatorio se pueda revender o intercambiar, incluidos los famosos NFT o las criptomonedas”. 

El hecho de que estos dispositivos contienen características similares a las de los juegos de azar tradicionales – “comparten la aletoriedad o el azar en el resultado, que cuesta dinero activar el mecanismo y que el premio tiene un valor evaluable”, en palabras de Garzón- puede traer consigo, explican desde el ministerio, a que se den las consecuencias negativas propias de los juegos de azar. 

Sobre todo, añade Garzón, porque pueden derivar en conductas de consumo “irreflexivas, compulsivas o incluso patológicas”. 

Según datos del Plan Nacional sobre Drogas aportados por el ministro, tres de cada 10 estudiantes gastaron dinero en 2021 dentro de los videojuegos para mejorar la posición, el personaje, los accesorios, la imagen… al margen de la compra inicial. 

La norma que se presentará en las próximas semanas será pionera en Europa, señalan desde el ministerio, y “permitirá divertirse y que eso sea compatible con la preservación y maximización de la salud de todos los consumidores y, en particular, de los más vulnerables”, concluye Garzón.