Consumidores españoles. Muchas expectativas y pocas certezas

España lideró, nada menos que con 51 puntos, el índice de expectativas económicas de GfK del último trimestre de 2015.

Incertidumbre sobre futuro económico
La incertidumbre sobre el futuro laboral frena el despegue del consumo entre los españoles.

España lideró, nada menos que con 51 puntos, el índice de expectativas económicas de GfK del último trimestre de 2015. Pero la brecha entre dichas esperanzas y la disposición de los consumidores españoles a comprar no deja de crecer. El 70% de los ciudadanos siguen modificando sus hábitos de consumo para ahorrar.

Nuestro país ha alcanzado un máximo histórico al encabezar durante cuatro trimestres consecutivos el índice de expectativas económicas del estudio Clima de Consumo Europeo de la consultora, por encima de los 14 países de la Unión Europea incluidos en el estudio.

Este dato confirma la confianza de los consumidores españoles en recuperación económica de su país. Sin embargo, esas mismas personas reiteran su firme decisión de no incrementar el consumo, circunstancia que transforma en una preocupante entelequia dicha recuperación.

La diferencia entre ambas percepciones no ha hecho más que crecer a lo largo del año pasado. El optimismo sobre la evolución económica se incrementó 26 puntos, mientras que las previsiones de gasto sólo han aumentado dos.

Por tanto, austeridad. A pesar de la mejora de algunos indicadores, como la caída del desempleo, la reducción del IPC y el aumento en un 1,4% de las renta disponible en los hogares, el consumo privado no repunta.

Estancamiento

La desconfianza sobre el futuro laboral puede ser uno de los motivos que explican el estancamiento del consumo en nuestro país, según se deduce de algunos de los resultados del último Estudio Global de Confianza de los Consumidores, elaborado por la consultora Nielsen.

Una tasa de desempleo todavía por encima del 20%, a pesar de cerrar con una mejora de 2,81 puntos con respecto a 2014, más la incertidumbre política del momento, hacen que el porcentaje de españoles que ven con optimismo su futuro laboral se mantenga estancado en torno al 25%.

La seguridad en el empleo es la preocupación número uno para un 20% de los encuestados. Se trata de la cifra más alta de Europa, solo superada por otras dos economías del sur de Europa, Grecia (27%) e Italia (22%).

Lo mismo sucede con aquellos que consideran que el país ya no está en recesión, que sigue en un 30%. El consumo en España se enfrenta a un contexto en el que todavía solo una de cada cuatro personas piensa que el país se alejará del fantasma de la recesión en los próximos doce meses.

El resultado es que todavía hay un 70% de consumidores que modifican sus hábitos de compra para ahorrar en lo que a gastos domésticos concierne.