Las ocho tendencias de Juan Isaza (DDB Latina) para marcas y consumidores en 2021

El vicepresidente de planificación estratégica y social media en DDB Latina presenta una sociedad más crítica, desconfiada, digital, más humana y preocupada por el medio ambiente.

The hands of the child who smeared on the gray background.

Nuevamente, Juan Isaza, vicepresidente de planificación estratégica y social media en DDB Latina, presenta sus previsiones para el recién estrenado año, con ocho nuevas tendencias, que van desde un optimismo controlado, crítica medioambiental, más humanidad hasta el crecimiento de la desconfianza hacia la autoridad, gobiernos, tecnología y a las propias marcas. 

Optimismo controlado 

La primera tendencia presentada por Juan Isaza es el optimismo después de iniciarse en diferentes países la campaña de vacunación contra la COVID-19, aunque será un positivismo moderado. Este 2021 también comenzará a “evidenciarse los compromisos y reformas fiscales” que tendrán que hacerse para lograr pagar el dinero usado para aliviar los efectos económicos de la crisis sanitaria.

Para las marcas, este contexto “moderado” da una misión clara a las empresas: sembrar esperanzas. Tendrán la oportunidad de “ayudar a vender optimismo y futuro pero sin dejar de tener los pies en la tierra”, ha señalado el publicista, recogido en el diario AdLatina.

Capitalismo suave

Hace un año, el profesional señalaba que el futuro del capitalismo estaría en el centro de la discusión “y, así fue”. La pandemia ayudó abrirle paso al debate y ganó el consenso sobre la necesidad de reformarlo. “El nuevo modelo seguirá denunciando las inequidades de género para recordarnos que durante crisis sanitaria las madres trabajadoras han sido las más afectadas”, ha indicado, y añade que la sociedad pedirá un modelo económico que esté fundamentado en la colaboración y no en la competencia.

Para las marcas, 2020 terminó con casi todas las compañías hablando de construcción de propósito. No obstante, “muchas empresas siguen sin entender realmente el concepto y aún lo confunden con la misión empresarial”. En 2021, el compromiso de hacer que las personas puedan vivir mejor a través de acciones reales lideradas por entidades será lo mínimo que lo consumidores esperan. Iniciativas reales y acciones tangibles.

Vida anfibia

La sociedad descubrió el año pasado su capacidad de adaptación, al moverse rápidamente entre los espacios físicos y digitales, entre trabajo y el descanso, entre el campo y la ciudad, entre la informalidad y la compostura. Destaca aquellas marcas de deporte que han lanzado moda adaptada para el deporte, descanso y trabajo, y han logrado crecimientos históricos en ventas.

Para las marcas, el reto será que las empresas serán capaces de dominar el mundo físico y digital. Por ejemplo, Burberry’s ha creado en Shenzhen (China) un espacio físico de 540 metros cuadrados que combina los mundos físicos, online y social en una misma experiencia, desarrollada por la tecnológica Tencent, a la que se puede acceder a través de su plataforma de mensajería WeChat.

Rediseño individual

Este 2021 veremos crecer el boom de las startups debido a las altas de desempleo y puestos de trabajo que desaparecen por la automatización.

Para las marcas, será contraproducente que algunas empresas sigan generando productos, desarrollando servicios o creando mensajes para determinados estereotipos. La línea de inclusión y diversidad es muy compleja, por lo que las compañías tendrán que ser “cada vez más cuidadosas cuando se trate de subirse a alguna tendencia social o política para evitar los cuestionamientos y el rechazo”.

Doctor soy yo

La COVID-19 ha colocado a la salud en primer lugar, convirtiendo al propio ciudadano en jefe de su propia salud. 

Para las marcas, la pandemia ha hecho que todas las empresas deban tener un pie en la industria de la salud. Automoción, Textil, Aerolíneas o Alimentación deberán asegurar a la sociedad que trabajan para su salud y bienestar. Ejemplo, Smart Watch de Apple, que ahora detecta los niveles de saturación de oxígeno en sangre.

Desconfianza normal

La desconfianza será el factor que mejor expresará la “nueva normalidad”, lo que hará que la sociedad dificilmente confíe en la autoridad, gobiernos, tecnología e incluso las empresas. 

Para las marcas. El auge de las ventas directa al consumidor (DTC) ha llevado a las empresas a revisar la experiencia de compra que habían delegado casi al completo a los distribuidores y las tiendas de los minoristas. Seguirá la tendencia a la automatización.

Pensar humano

En 2021, “pensaremos las distancias, las familias y los momentos sin grandes ambiciones. Lucharemos por mantenernos en un mundo a escala humana”, ha indicado Juan Isaza.

Para las marcas, tendrán que pensar más allá del formato de los retos y abrir la puerta a la expresión y a la creatividad humana, por lo que aquellas empresas que sean capaces de mostrarse como personas y no como corporaciones, podrán ganarse un espacio en TikTok.

Vergonzosa culpa

Juan Isaza.

La pandemia, y por consiguiente el confinamiento, logró recuperar la calidad del aire y circulaban vídeos en canales sociales de animales que regresaban a lugares, anteriormente atestados de turistas. La rabia contra los gobernantes y su incapacidad de imponer medidas severas ante la emergencia climática, se ha tornado ahora en “verguenza hacia a nosotros mismos”.

Para las marcas. Los consumidores serán más críticos con las empresas, no sólo con su compromiso medioambiental sino también por la visión real que tenga al respecto.