Tan sólo un 9% de las empresas tienen capacidad para cuantificar sus emisiones totales de forma completa. Según la encuesta Use AI to Measure Emissions — Exhaustively, Accurately y Frecuently (Empleo de la IA para la medición de emisiones — Exhaustva, Precisa y Frecuente) elaborada por BCG GAMMA, la medición es uno de los grandes obstáculos a los que se enfrentan las compañías.
Para entender la capacidad de medición y reducción de emisiones, Boston Consulting Group (BCG) ha recopilado y analizado las respuestas de ejecutivos que tienen responsabilidad total o parcial a nivel de sostenibilidad en 1.290 empresas de todo el mundo, pertenecientes a nueve grandes sectores industriales.
Ineficiencia en las mediciones
Según el estudio de BCG GAMMA (división de analítica e inteligencia artificial de BCG), las organizaciones no logran medir sus emisiones de forma exhaustiva. Un 66% de los encuestados reveló que no informa de las emisiones relacionadas con la cadena de valor, y un 81% omite en sus informes algunas de las emisiones relacionadas con las actividades de la empresa.
Por otro lado, los encuestados estiman un porcentaje de error medio entre el 30% y el 40% en sus mediciones de emisiones. Un 53%, además, reconoció tener dificultades para tomar decisiones debido a la falta de recurrencia en sus mediciones. Asimismo, casi nueve de cada diez (86%) afirma registrar y notificar sus emisiones mediante hojas de cálculo realizadas de forma manual, mientras que tan sólo un 22% lo hace a través de procesos automatizados.
«Si no se recogen y analizan los datos granulares y factores de emisión, las empresas no pueden esperar unas mediciones precisas. Por ejemplo, trabajamos una empresa del sector bebidas que ni desglosaba ni medía las emisiones relacionadas con las botellas de vidrio por insumos, tales como el proveedor, el color, materiales o el país de origen. Cuando lo hicieron, descubrieron que las emisiones eran un 45% superiores a sus estimaciones iniciales», explica Sylvain Duranton, líder global de BCG GAMMA y coautor del estudio.
La precisión de la IA
Según el estudio, un 87% de los encuestados desea aumentar el alcance de sus informes ambientales, mientras que un 66% espera actualizar sus registros de emisiones cada año, o incluso con una mayor frecuencia. Sin embargo, para hacerlo de forma eficaz, necesitan herramientas basadas en inteligencia artificial (IA).
Al disponer de estas herramientas, pueden emplearlas para automatizar la ingesta de datos y generación de informes, calcular su huella de carbono, realizar simulaciones o gestionar una cartera global de iniciativas de reducción, entre otros.
«Nuestra experiencia muestra que la IA puede permitir la reducción directa de las emisiones de las empresas hasta en un 40% mediante la identificación de iniciativas ambientales, el seguimiento de los resultados y la optimización de las operaciones corporativas», comenta Charlotte Degot, managing director & partner de BCG y coautora del estudio.