Este sentimiento de urgencia se ha avivado con fuerza durante la pandemia de la COVID-19. La crisis sanitaria, social y económica nos ha enseñado cómo la transición ecológica es la hoja de ruta a seguir para lograr una sociedad descarbonizada. Desde Europa, los fondos de recuperación social Next Generation tienen un papel impulsor de la economía verde como nunca antes en la historia. Esta norma se ha traspuesto en España en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, creado con el objetivo de mitigar el cambio climático con proyectos que, a su vez, generen un impacto social positivo y medible en los distintos sectores de nuestra economía.
Un deber que hay que cumplir
En esta ecuación, de nuevo, las empresas cobran también un papel muy importante en el proyecto de construcción de una economía más sostenible y ya se han visto importantes avances en este sentido. Desde el mundo de la comunicación corporativa estamos viendo un nuevo enfoque a la hora de abordar la sostenibilidad. Si antes la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) era el paraguas donde podíamos encontrar a la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, hoy, éstas ya no son un complemento, sino un ‘deber que hay que cumplir’. Ahora la gestión empresarial se centra en otras tres letras que nos dan un enfoque diferente y más holístico de la gestión responsable de las organizaciones basadas en los denominados criterios ESG (siglas en inglés de medioambiental, social y de gobernanza).
Actualmente las empresas deben responder a las demandas de la sociedad en estos tres pilares básicos. Y es precisamente el medioambiental uno de los más complejos de abordar, tanto por la necesidad de consenso y por el cambio de actitudes de la sociedad, donde se reclama un compromiso conjunto de instituciones y gobiernos para ‘salvar el planeta’.
«En este camino hacia lo sostenibilidad, las empresas no pueden perder el foco en sus objetivos ni en sus propuestas de valor hacia la sociedad»
La tendencia hacia los criterios ESG es clara, y así lo podemos encontrar el algunos informes sobre sostenibilidad que publican numerosas empresas y donde se atestiguan sus iniciativas verdes y planes para reducción la huella de carbono. La mayoría de las empresas más innovadoras y que recoge anualmente en su ranking la revista Fortune 500 ya han firmado el pacto de Naciones Unidas para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que suponen el compromiso de sumarse al camino hacia la sostenibilidad.
Hacia la economía verde
Por otro lado, otras tantas empresas se han sumado o quieren formar parte del Índice de Sostenibilidad Dow Jones -DJSI, por sus siglas en inglés- que a diferencia del índice bursátil de Nueva York Dow Jones, este mide los aspectos de responsabilidad ambiental. Y otro ejemplo, en este sentido, puede ser la firma del compromiso del Acuerdo de París para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Pero en este camino hacia lo sostenibilidad, las empresas no pueden perder el foco en sus objetivos ni en sus propuestas de valor hacia la sociedad. Los objetivos son claros, y por tanto, las respuestas deben ser contundentes. Las empresas tienen ahora la gran oportunidad de sumarse a este viaje hacia la economía verde siempre que lo hagan y lo demuestren con coherencia y voluntad real de cambio.
La comunicación, de nuevo, cobra un papel muy importante a la hora de trasladar estas iniciativas, tanto desde el punto de vista del consumidor, como de los inversores, y sin olvidar a los proveedores y distribuidores. El viaje ha comenzado.