Seat ha presentado los resultados del 2019, pero sin perder de vista un año, el 2020, que se presenta como el más incierto de la historia, como consecuencia de la pandemia del coronavirus y en plena crisis económica a nivel mundial.
Las cifras llevan a un optimismo relativo, ya que 2019 es el cuarto año consecutivo de crecimiento récord para la marca. Carsten Isensee señala que los resultados del pasado ejercicio confirman “un año positivo para Seat. Las cifras obtenidas gracias al trabajo en equipo de toda la organización nos sitúan en una posición óptima. Los resultados del pasado ejercicio constituyen una base sólida sobre la que construir el futuro de la compañía a largo plazo”.
La marca automovilística española cerró 2019 con un beneficio neto de 346 millones de euros, lo que supone un incremento del 17,5% en comparación con los 294 millones que ganó en 2018, según datos publicados por la empresa.
La firma con sede en Martorell (Barcelona) contabilizó una cifra de negocio de 11.157 millones de euros, lo que se traduce en una progresión del 11,7% en la comparativa con los ingresos de 9.991 millones de euros del año previo.Por su parte, el volumen mundial de matriculaciones de Seat alcanzó 574.078 unidades al cierre de 2019, un 10,9% de progresión respecto a 2018, mientras que el beneficio operativo anual fue de 352 millones de euros, un 57,5% más.
2020, un año incierto
El coronavirus ha convulsionado por completo a toda la industria y Seat no escapará de la crisis que se avecina. El año 2020 ya se planteaba complicado: normativa de emisiones nueva, nuevos sistemas de movilidad, evolución del coche eléctricos…Ahora hay que sumarle la incertidumbre que trae el Covid-19 de cara al futuro.
Carsten Isensee considera que “en 2020 trabajaremos de forma muy intensa para afrontar los distintos retos que afectarán a nuestro negocio, como la caída de los mercados y, especialmente, los efectos del COVID19. La pandemia del coronavirus impide cualquier estimación fiable sobre el impacto en la economía mundial y en los resultados de SEAT en 2020. En este contexto, la aplicación de medidas para asegurar la liquidez será de máxima importancia mientras siga la crisis. Cuando ésta pase, la prioridad será retomar lo antes posible la producción y las ventas con normalidad”.
En este sentido, y en el marco de la revisión de la estrategia de las marcas, mercados y sistemas de producción del Grupo Volkswagen, Seat decidió aplazar su entrada en China y no formará parte del accionariado de JAC Volkswagen, aunque seguirá colaborando en las áreas de Diseño e I+D.
También existen otro tipo de incertidumbres en algunos mercados, como el Reino Unido o Argelia, que pueden dificultar la actividad de la compañía. Por ejemplo, tras los cambios regulatorios acordados en Argelia a mediados de 2019, Seat detuvo el ensamblaje de vehículos, como el resto de fabricantes implantados en el país.
ERTE para sus empleados
La compañía automovilística, como consecuencia de toda esta situación, ha presentado un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) «por causa de fuerza mayor «a la Dirección General de Relaciones Laborales de la Generalitat de Catalunya, debido a las dificultades logísticas y productivas provocadas por el Covid-19.
Esta medida incluye al conjunto de la plantilla de SEAT (aproximadamente, 14.800 personas) pero se aplicaría únicamente a aquellas personas que deban interrumpir su actividad laboral por los efectos del Covid-19.
En este sentido, Seat ha anunciado que analizará de forma continua la necesidad de personal en cada centro de trabajo y mantendrá un amplio contingente de personas que permita asegurar la continuidad del negocio durante este periodo y retomar la actividad normal lo antes posible.