Debido al uso personal que los usuarios hacen del mismo y al tamaño de la pantalla, el móvil es el dispositivo en el que peor se percibe la publicidad digital. Los formatos que sobrepasan los 20 segundos de duración, por otro lado, no resultan aceptables para los consumidores españoles.
La publicidad que interrumpe, que no permite seguir visualizando un contenido y que ralentiza la navegación es la que más crispa los nervios a los usuarios, según la “Guía para mejorar la experiencia del usuario con la publicidad digital”, elaborada por la Comisión de Industria Publicitaria (CIP) que integran las principales asociaciones del sector lideradas por la Asociación Española de Anunciantes (Aea).
Entre otros datos interesantes que recoge la guía (tercera de las emitidas por la CIP tras las relativas a ad viewability y transparency, ad fraud & brand safety), hay que destacar que el 34% de los internautas españoles tiene instalado algún bloqueador de publicidad en su navegador. De ellos, el 80% lo hace por el exceso de publicidad y el 70% por la molestia que les supone la interrupción mientras navegan.
Los principales motivos por los que los usuarios tienen una mala percepción de la publicidad digital son, además de la interrupción de la navegación, la saturación publicitaria, el abuso de la frecuencia, los contenidos inadecuados y el mal uso del retargerting.
Así mismo, los formatos peor percibidos son los que cubren el contenido total o parcialmente, los anuncios de vídeo de reproducción automática, los que interrumpen la reproducción de un vídeo ya iniciado, los que aparecen en el reproductor antes de que comience el vídeo y no permiten saltarse la publicidad o los formatos que se activan al pasar el ratón.
Respecto a la duración, todo lo que supere los 20 segundos resulta «intolerable» en publicidad digital. De 11 a 20 segundos la percepción mejora, pero el mejor intervalo se sitúa, a ojos de los usuarios, entre los 5 y los 10 segundos.
A partir de estas conclusiones, la guía ofrece a anunciantes, agencias creativas y de medios y editores, una serie de recomendaciones y buenas prácticas para impulsar el desarrollo del sector digital.