Conscientes del problema que supone el plástico para el medio ambiente, marcas como Nestlé, Procter & Gamble o Coca-Cola han puesto en marcha iniciativas que aspiran a reducir el uso que hacen de este material y a buscar componentes alternativos. El plástico reciclado y el cartón se alzan como las opciones más factibles a corto y medio plazo.
Imagine una típica familia estadounidense lanzando al aire, con una sonrisa en el rostro, decenas de envases de plástico desechable. La imagen es real. Se trata de una fotografía publicada en la revista ‘Life’ en 1955 con motivo del advenimiento de «la vida de usar y tirar», propiciada por este material. Seis décadas después, instituciones, empresas y consumidores comienzan a ser conscientes del problema real que supone el plástico puro. Un compuesto estándar en nuestra vida diaria que, sin embargo, acarrea graves consecuencias para el planeta. Y, en especial, para los mares y océanos. Según el informe ‘Mar de plásticos’ de la Fundación Aquae, se estima que cada año ocho millones de toneladas de plástico acaban en los fondos marinos. El 95% de los residuos que se vierten en el Mediterráneo son de plástico y es este material la principal amenaza para la fauna que habita en él. Bolsas, redes de pesca o botellas provocan enredo, malnutrición, asfixia y estrangulación de los animales.
En 2018, la Unión Europea hizo público su objetivo de reducir el volumen de plástico de un solo uso, introduciendo dicho material en la economía circular. En la Directiva 2019/904/ UE, señaló que a partir de 2021 estarán prohibidos los plásticos de un solo uso, como cucharas, tenedores, cuchillos o platos de plástico, los bastoncillos para los oídos, las tazas de poliestireno y los plásticos oxodegradables. Y las tapas y tapones de plástico sólo podrán introducirse en el mercado si éstos permanecen unidos al recipiente. Con esta norma, además, se espera recuperar el 90% de las botellas de plástico en 2029 y conseguir que el 30% de las mismas sea reciclable.
El pasado mes de marzo, en su informe ‘La crisis de la comodidad: las corporaciones detrás de la marea de contaminación por plásticos’, Greenpeace citó las marcas más contaminantes en términos de plástico. Nestlé, Unilever, Coca-Cola, PespsiCo, Danone, Johnson & Johnson y Mars conformaron la lista de compañías que más cantidad de dicho material utilizaban. Y sus envases, los que más se encontraban esparcidos en el medio ambiente.
Objetivo: envases 100% reciclables
A pesar del impacto ambiental causado, estas marcas son conscientes del daño que el plástico de un solo uso causa en el medio ambiente e intentan, en consecuencia, actuar. En declaraciones a IPMARK, Pedro Ruíz, especialista en sostenibilidad ambiental de Nestlé España, señala que desde hace más de una década la empresa trabaja para reducir el material de embalaje que emplean, aunque reconoce que no hicieron públicos sus compromisos sobre el uso de plástico hasta 2018. En tales compromisos, enfocados a 2025, la multinacional persigue lograr que el 100% de sus envases sea reciclable o reutilizable; que el 90% de sus botellas PET y sus tapones sean recolectadas y que contengan, como mínimo, un 35% de plástico reciclado. «Otras acciones que estamos desarrollando están encaminadas a la eliminación de todos aquellos plásticos que no sean estrictamente necesarios para la buena conservación y manipulación del producto», explica. «Y a la eliminación de complejos difíciles de reciclar y a la reutilización y reducción de espesores, siempre que sea posible».
Objetivos en torno a la reducción del plástico también se han marcado en Mars. Olga Martínez, directora de asuntos corporativos de Mars Inc., cuenta a esta publicación que para 2025 la totalidad de sus envases serán reciclables. «De momento estamos en el 90%, pero aún nos queda recorrido para llegar a este 100%», reconoce. De igual modo, la compañía ha empezado a reducir el tamaño de los botes de plástico de chicles y a emplear cartón en productos como los Skittles. Admite, no obstante, que el plástico juega un papel clave en la conservación de alimentos, pero «donde no se puede sustituir, se busca reducir”.
Coca-Cola, por su parte, se ha comprometido a fabricar envases cada vez más sostenibles y ligeros, «que aseguren la calidad y la seguridad alimentaria del producto», explican Ana Gascón, directora de responsabilidad corporativa Coca-Cola Iberia, y Carmen Gómez-Acebo, directora de responsabilidad corporativa Coca-Cola European Partners.
El año 2025 resulta también la fecha tope para conseguir que el100% de los plásticos empleados en la compañía sean reciclables y reutilizables. A lo que se suma la eliminación del plástico de los agrupadores de latas y botellas (Hi-Cone). A día de hoy, este material está siendo retirado en referencias de PET 500 ml y de latas de 300 ml en las marcas de Coca-Cola, Fanta y Sprite. Con una inversión de 6 millones de euros, la firma se ha comprometido a prescindir del43% del Hi-Cone usado, de forma que el 88% del volumen de venta llegue al mercado sin estos agrupadores.
Conseguir que todos los envases sean 100% reciclables es el reto que se ha propuesto, de igual modo, Procter & Gamble. Actualmente lo son el 86%. También trabajan en la reducción del tamaño de los mismos para conseguir que éstos sean un 20% más pequeños en 2020 con respecto a 2010. «Vamos por el buen camino», señala Elio Estévez, director de sostenibilidad y comunicación científica del sur de Europa de Procter & Gamble. «A día de hoy, hemos alcanzado el 13,5% gracias a las iniciativas de compactación de nuestras marcas». Pone como ejemplo a Dodot, «con la que hemos conseguido reducir la cantidad de materiales eliminando la celulosa del núcleo absorbente, lo que nos ha permitido crear un producto mucho más eficiente y que genera menos residuos».
La compañía utiliza más de 38.000 toneladas métricas de plástico reciclado en los envases de Ariel, Fairy, Don Limpio, Lenor Unstoppable, H&S o Pantene, entre otros. El año pasado, además, su botella de lavavajillas elaborada con plástico de mar – con 100% de plástico reciclado, un 10% de éste procedente de los océanos- fue reconocida con el premio al ecodiseño en el Congreso Nacional de Medioambiente CONAMA 2018 y ha resultado finalista en los recientes ChemPlast 2019.
Materiales alternativos
Además de incluir plástico reciclado y reducir el uso de éste en su formato puro, es tas marcas también se hallan en la búsqueda de materiales alternativos, sostenibles para el medio ambiente. Recientemente, Nestlé inauguró el Instituto Nestlé de Ciencias del Embalaje, situado en Lausana (Suiza) y cuyo funcionamiento se centrará en la búsqueda de soluciones de envase funcionales y respetuosas con el medio ambiente. La compañía no ha tardado tiempo en probar con nuevos materiales para lanzar productos. Son los casos de la gama de snacks Yes! y de Nesquik All Natural, ambos en un envase elaborado con papel100% reciclable.
Mars también ha visto en el cartón un material interesante para elaborar sus envases, aunque la compañía, a escala global, ya emplea cartón 100% reciclado para transportar sus mercancías, de acuerdo con Olga Martínez. En el caso de Procter & Gamble investigan con el agua. Las toallitas Dodot Aqua Pure están elaboradas con algodón orgánico y un 99% de agua. Se suma al proyecto EC30, «una tecnología transversal aplicable a varios productos como detergentes, jabones, champús y acondicionadores, que se activa con el agua y con la que conseguimos que un jabón pese un 80% menos, ocupe un 70% menos de espacio y genere un 75% menos de emisiones», señala Elio Estévez. La multinacional también está realizando varias pruebas piloto en París y Nueva York para introducir envases reutilizables y rellenables en algunos de los productos de la firma.
El cartón 100% biodegradable es el material por el que apuesta Estrella Damm para reemplazar el embalaje de plástico de sus latas. La compañía está llevando a cabo la fase de pruebas de un nuevo sistema que permite agrupar las latas con un embalaje de cartón 100% biodegradable en sustitución de las anillas de plástico. La eliminación total de este material de todas las marcas de Damm supondría la supresión de casi 89 millones de unidades anuales.
El proyecto, que lleva varios años en activo, ha requerido «el desarrollo de una máquina prototipo para implementar el nuevo mecanismo y la creación del material sustitutivo del plástico», según ha explicado el jefe de medioambiente en Estrella Damm, Francesc Valencia, a IPMARK. La respuesta del mercado ha sido positiva en la prueba piloto, por lo que el siguiente paso será reemplazar todo el material, paulatinamente, hasta su completa eliminación, que se estima para 2021. El responsable de medioambiente de la compañía mira más allá, añadiendo que, desde la empresa también tienen sobre la mesa de trabajo la posibilidad de suprimir totalmente las anillas de todas las latas.
El reto de reciclar plástico
A la hora de buscar soluciones para reducir la dependencia del plástico, numerosas compañías encuentran en el plástico reciclado una alternativa sostenible para fabricar sus envases. Pero conseguir este material no resulta una tarea sencilla. Olga Martínez, de Mars, recuerda que no todo el plástico que se recicla se puede emplear después para la conservación de alimentos. «Tienes que ver qué proveedor puede darte esta materia». A lo que se suma la disponibilidad del mismo. Francesc Valencia, de Estrella Damm, explica que aunque ya emplean plástico reciclado, «va variando el porcentaje de reciclado en función de la disponibilidad del plástico de residuo y la posibilidad técnica de que los proveedores nos suministren menos porcentaje de este material».
Todos somos responsables
¿Y cuál es el papel del consumidor en la reducción del plástico? Los portavoces de Mars, Coca-Cola, Nestlé y Estrella Damm están de acuerdo en que el ciudadano es clave. La concienciación social es fundamental para lograr una correcta gestión de todo el residuo que estamos generando.
Cada año más personas se suman al carro del reciclaje. En 2018, cada español separó y depositó en los contenedores amarillos de la calle, para su posterior reciclaje, un total de15,7 kg de envases de plástico, latas y tetra briks, lo que supuso un aumento del12%, con respecto a los datos de 2017, según Ecoembes. A pesar del crecimiento, Jorge Serrano, gerente de empresas y Ecodiseño del organismo ha puntualizado que hay que seguir impulsando acciones e iniciativas que incidan en la necesidad de un consumo responsable. «La educación y la pedagogía son las mejores herramientas para sensibilizar a la sociedad sobre ello».
El ciudadano no está solo. Instituciones, asociaciones, empresas y los propios usuarios deben ir de la mano en este camino hacia la sostenibilidad. Oiga Martínez, directora de asuntos corporativos de Mars, ha sido contundente, declarando que «todas las empresas tenemos el compromiso de buscar alternativas de reciclado, pero luego también necesitamos que los gobiernos nos ayuden con campañas de comunicación, distribuyendo más puntos verdes para que todo el mundo. Si no, los esfuerzos no valen para nada”.
TEXTO Pilar Chacón y Rocío Calderón.