Pascual ha recibido el certificado ‘Residuos Cero’ de Aenor en todos sus centros de producción y distribución, oficinas y división inmobiliaria. En total, 32 centros han logrando un 93.3% de valoración positiva, que se traduce en más de 11.100 toneladas de casi 12.000 toneladas de residuos generados.
Con este certificado, la compañía consolida su apuesta medioambiental en la totalidad de sus instalaciones, considerado un hito para el sector. Desde sus seis plantas productivas, pasando por la logística, el almacenamiento y la distribución en sus delegaciones comerciales, hasta la actividad de la sede de la compañía en Madrid y La Quinta Grupo Inmobiliario, en Benahavís (Málaga).
Este certificado implica valorizar y documentar la trazabilidad de más del 90% de los residuos desde el centro de producción hasta el destino final. Con este sello, Pascual refuerza su compromiso, asegurando una segunda vida útil de los residuos (reciclaje, reutilización o valorización energética).
Economía circular
En concreto, Pascual destaca en su proceso de depuración de aguas, cuyo resultado se utiliza como abono agrícola. La okara (cascarilla del haba de soja) se destina a la fabricación de piensos para alimentación animal, y el plástico transparente (polietileno), el PET y el cartón se reciclan para poder reutilizarse en el ciclo productivo.
Un pasito medioambiental más para la compañía de alimentación que, recientemente, ha presentado resultados de su último plan de sostenibilidad (2015-2020). En estos últimos cinco años, la reducción de emisiones de CO2 ha llegado al 25,42%; la del consumo eléctrico, al 22,9%; la de aguas, un 24,2%. También, Pascual anunció que este año todas las botellas de Bezoya estarán fabricadas con plástico 100% reciclado (rPet) este año.
Nuevos objetivos medioambientales para 2025
Con la mirada ya en 2025, la compañía ha anunciado que está trabajando en nuevas líneas estratégicas, como las prácticas de ganadería y agricultura sostenible, la gestión del capital natural en toda la cadena de valor y la reducción del desperdicio alimentario, serán otros elementos clave del nuevo ciclo ambiental de Pascual.