La confianza de los españoles hacia la innovación ha caído. En solo dos años, se ha visto reducida en 16 puntos porcentuales, pasando del 89% 2017 al 73% en 2019. Los ciudadanos consideran que España no está en situación de liderazgo en esta área en Europa y se piensa que la inversión en I+D+i es insuficiente (80%).
Estos datos han sido extraídos de la Encuesta de percepción social de la innovación en España, realizada por Cotec, en colaboración con Sigma Dos, a partir de 2.404 entrevistas telefónicas, que recoge datos de 2017, 2018 y 2019.
Las mujeres, jóvenes (entre 18 y 29 años), estudiantes y perfiles formativos y de ingresos bajos, son los colectivos que más han cambiado su percepción, más escéptica ahora que hace tres años. En ese sentido, el director general de Cotec, Jorge Barrero, ha puntualizado que “nos preocupa mucho que la confianza en la innovación decrezca sobre todo entre los colectivos de ciudadanos más desfavorecidos, porque la I+D+i también una herramienta para reducir las brechas sociales. Una sociedad desigual no es una sociedad próspera”.
Los españoles consideran que el sector público debería invertir más en I+D+i, en concreto, ocho de cada 10 encuestados lo confirman. Además, el 65% cree que la regulación no favorece. Por otra parte, el concepto sostenible y economía circular está más presente, multiplicando por tres su grado de conocimiento aunque sigue siendo desconocido para la mayoría de la población.
Tecnología & teletrabajo
El concepto de tecnología en la vida cotidiana está más presente cada día. El 60% de los españoles piensa que contribuirá a una mayor conciliación entre la vida laboral y personal. De hecho, uno de cada tres empleados teletrabajan, observándose “en mayor medida en los puestos de trabajo más cualificados”. En cuanto a sus datos, el 85% (+15% que en 2017) conoce el uso que hacen algunas empresas de su información personal. De hecho, tres de cada cuatro rechazan esta práctica. La desconexión digital está creciendo. El 90% de los ciudadanos es partidario del derecho a desconectar, seis puntos porcentuales más que en 2018.
Además, entre otros beneficios, la mitad de los encuestados considera que la tecnología reducirá la brecha laboral de género y favorecerá la conciliación con la vida laboral.