El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha solicitado a los gobiernos que lancen nuevas normas que prohíban la publicidad comercial de las compañías de energías fósiles, de manera similar a lo que ocurre con la publicidad del tabaco.
“Muchos gobiernos restringen o prohíben la publicidad de productos que dañan la salud humana, como el tabaco”, ha recordado Guterres en su discurso dado en el Museo de Historia Natural de Nueva York. “Urjo a todo país a prohibir la publicidad de las compañías de combustibles fósiles. Y urjo a medios y compañías tecnológicas a dejar de aceptar la publicidad de estas compañías”.
El secretario general de la ONU expuso además las escasas inversiones en formas de energía más limpias que están llevando a cabo estas empresas, además del discurso de greenwashing practicado por algunas. A su juicio, “distorsionan la verdad, engañan al público y siembran la duda” sobre el cambio climático.
Y en la misma línea, que empresas editoriales y de relaciones públicas reduzcan sus lazos con este tipo de compañías que, en su opinión, son “los padrinos del caos climático”.
Presión en las agencias
En los últimos meses se ha acrecentado la presión sobre la responsabilidad de las empresas petroleras en la crisis climática y las decisiones tomadas en éstas para afrontar o no una transición ecológica.
A comienzos de año, B Lab, la entidad certificadora del sello B Corp, inició una investigación sobre la relación laboral establecida entre el grupo Havas y la petrolera Shell, después de que esta última adjudicara su cuenta de medios a la primera, a raíz de una carta enviada al organismo procedente de un grupo de 26 agencias certificadas con el mismo sello, que pedía que actualizara sus requisitos de certificación para descalificar a las agencias de publicidad y relaciones públicas que trabajan con este tipo de empresas.
Shell, además, lleva tiempo afrontando las presiones que organizaciones ecologistas como Follow This ejercen sobre los inversores de la firma para que alinee sus objetivos de reducción de emisiones con el acuerdo de París de 2015 y deje a un lado la decisión tomada por su CEO, Wael Sawan, el pasado verano, de incrementar la producción de petróleo.
Variedad de posturas
Precisamente, la compañía británica es la marca más valiosa del mundo del sector Petróleo y Gas según el ranking que elabora cada año la consultora Brand Finance, gracias en parte a la propia estabilidad de la marca, “a pesar de las preguntas sobre la estrategia corporativa a largo plazo de la empresa”.
Desde la consultora recuerdan que existen distintas visiones sobre el papel que ejerce cada compañía en la transición energética, como muestra los retrocesos de Shell y BP o los esfuerzos de avanzar en esta materia de Repsol. La firma española se sitúa en el puesto 27 de las 50 marcas más valiosas. A pesar de haber descendido cinco puestos, en 2023 Repsol destacó “por su liderazgo en la transición energética, impulsando avances significativos en energías renovables y priorizando la innovación tecnológica”, lo que han fortalecido los atributos de sostenibilidad de la marca, exponen.