Nike cierra las oficinas en EE.UU para que los empleados descansen

Los cargos medios han comunicado a sus equipos la necesidad de tomarse un tiempo para “relajarse, desestresarse y pasar tiempo con los seres queridos”. Y, sobre todo, “no trabajar”.

Nike ha otorgado a los empleados de sus oficinas en Estados Unidos una semana libre con el objetivo de ayudarles a desconectar y quitar todo el estrés vivido como consecuencia de la pandemia de coronavirus. 

Del 30 de agosto hasta el 3 de septiembre, las oficinas de Nike en Oregon, en Estados Unidos, permanecen cerradas. ¿El motivo? El tiempo de descanso que la compañía ha otorgado a sus empleados para ayudarles a quitarse el estrés ocasionado por el trabajo extra que ha traído a la compañía la pandemia de COVID-19. 

Según ha explicado Matt Marrazzo, responsable senior de global marketing science de Nike, en su perfil de LinkedIn, los cargos medios han comunicado a sus equipos la necesidad de tomarse un tiempo para “relajarse, desestresarse y pasar tiempo con los seres queridos”. Y, sobre todo, “no trabajar”. 

“En estos dos años sin precedentes, tomarse un tiempo para descansar y recuperarse es clave para funcionar bien y mantenerse sano”, ha escrito. 

No es la primera compañía en Estados Unidos que, además de las vacaciones estipuladas, otorga días extra a los empleados, como consecuencia del sobreesfuerzo realizado por el teletrabajo. 

El banco de inversión Citigroup designó el 28 de mayo como día vacacional, el ‘Citi reset day’, mientras que la aplicación de citas Bumble, en junio, entregó a sus 700 empleados una semana libre para descansar. 

Otra tecnológica, Hootsuite, decidió que sus empleados podían tomarse entre el 5 y 12 de julio unos días libres tras haber tomado conciencia la compañía de “lo importante que es la salud mental”. 

Esta desconexión mental también se ha puesto en marcha en el sector de las agencias de publicidad. La red de agencias IPG Mediabrands ha cerrado esta semana sus oficinas para ayudar a sus empleados a desconectar. Y otra agencia, la independiente Wieden & Kennedy, cerró las oficinas de Portland, Nueva York, Shanghai y Tokio entre el 5 y el 9 de julio, y las de Ámsterdam y Sao Paulo, la semana siguiente.