Los jóvenes nacidos en las décadas de los ochenta y noventa, conocidos como millennials, constituyen una oportunidad de negocio muy importante para las empresas. Sin embargo, las marcas no sacan partido suficiente a este segmento de la población aficionado a las redes sociales y que en 2025 representarán más del 75% de la mano de obra mundial.
Así opina el experto en marketing y Web 2.0 Juan Merodio, que advierte de que solo algunas de las empresas más grandes están viendo en los millennials una gran oportunidad de negocio. “El motivo de tan poca visión empresarial se debe a que la mayoría de las empresas piensan en el vender hoy y no en vender mañana. Pensar en dicha generación supone salir de esta zona de confort y crear una doble estrategia de marketing basada en el término de prosumidores, o lo que es lo mismo, saber cómo dirigirse a quienes producen lo que consumen”, explica Merodio.
Para poder aprovechar la oportunidad de inversión que suponen los millenials, las empresas deben conocer qué tipo de perfil constituyen, y esto se puede averiguar mediante la observación en las redes sociales. Se trata de personas de entre 18 y 30 años que apuestan por contenidos que desaparecen más rápido como Instagram o Snapchat y sus conversaciones giran en torno a temas como los deportes, las series, la música y los amigos.
Además, están muy bien preparados e informados, ya que casi 4 de cada 10 millenials cuenta con una educación de grado superior. “Es un colectivo que valora la escucha social y en especial todo aquello que tiene que ver con lo visual. Necesitan y quieren marcas que conozcan sus gustos, sus hábitos, inquietudes y les den respuesta inmediata. Basta con ver el último estudio de Netbase en el que con solo seguir los posts y los tuits de dicho público se pueden prever negocios alrededor de ellos”, añade el experto.
Así, para cautivar a este sector de la población donde el 64% son hombres -de los que el 81% pasa más de 21 horas por semana conectado a contenidos televisivos de calidad- se deben utilizar cuatro elementos. “Hay que provocar en ellos las ganas de formar parte o consumir una marca a través del conocimiento de sus deseos, menos contenido pero de mayor calidad, transparencia y ver el beneficio común de cara a conseguir fidelidad por la marca”, afirma.