Zara, Movistar y Santander han vuelto a posicionarse, un año más, como las marcas españolas más valiosas, aunque su precio se ha visto reducido ante el impacto de la pandemia de coronavirus, con descensos a doble dígito.
La marca de moda de Inditex lidera por tercer año consecutivo el ranking de las 30 marcas españolas más valiosas del estudio BrandZ, elaborado por la consultora Kantar. En 2020, el valor de la rúbrica ha alcanzado los 22.057 millones de dólares, lo que ha supuesto una caída del 11% respecto a 2019, cuando su valor se situaba en los 24.801 millones.
En segunda posición, Movistar, con una valoración de 16.702 millones y un descenso más acusado: del orden de un 23%. Misma tendencia vista en Santander, que pasa de los 9.879 millones a los 7.635 millones. Le siguen Iberdrola (6.408 millones), BBVA (6.407 millones) y Endesa (5.066 millones).
Precisamente, son las energéticas, Iberdrola y Endesa, las únicas enseñas que no han experimentado una caída de su precio, navegando a contracorriente con crecimientos del 15% y 3%, respectivamente.
En el caso de BBVA, es una de las cuatro marcas del ranking que logran la máxima puntuación en contribución de marca, la métrica obtenida a partir de la valoración de los consumidores y que habla de la capacidad de una rúbrica de responder a las necesidades de estos y de crecer, así, a futuro. Junto a la entidad financiera, las marcas que mejor puntuación obtienen en esta métrica son Mapfre, Mahou y Cruzcampo.
En la edición de este año se han producido tres nuevas entradas. En la posición 12, LaLiga, que revaloriza la categoría de entretenimiento en el ranking un 83% al ser valorada en 1.570 millones de dólares. En el puesto 29, DIA, con un valor de 221 millones, y en el puesto 30, Desigual, que recibe la misma valoración.
En conjunto, el valor de las 30 marcas españolas más valiosas se ha situado en los 88.420 millones de dólares, un 15% menos que en 2019, debido a los efectos de la crisis sanitaria. En este sentido, Ricardo Pérez, director del estudio, ha recordado que “comprender los nuevos comportamientos y cómo pueden ayudar a los consumidores a navegar por esas aguas inexploradas será esencial para sobrevivir a este periodo y construir marcas más fuertes y resistentes”.