Llega Momofone, una cuenta única para servicios bancarios y de telecomunicaciones

Este nuevo concepto de 'telcolbank', supervisado por el Banco de España, unifica varios servicios: una cuenta IBAN, una tarjeta VISA de débito y una línea móvil 4G adherida a la red de MÁSMÓVIL.

Momofone ofrece un nuevo concepto de telcobank, donde apuesta por ofrecer tres servicios unificados. Éstos son: una cuenta bancaria con IBAN español, una tarjeta VISA de débito —física y virtual—, y una línea móvil con llamadas ilimitadas y 20GB de datos.

Desde la página web, el cliente puede controlar, revisar y gestionar todas sus operaciones bancarias: domiciliaciones de recibos, compras y transferencias; así como los consumos asociados a su línea de móvil en tiempo real.

El servicio telefónico consiste en una línea móvil 4G adherida a la red de MÁSMÓVIL. Con ella, los usuarios podrán solicitar la portabilidad de su número o contratar un alta nueva. Llamadas nacionales e internacionales están exentas del coste del establecimiento, además de disfrutar de unas tarifas preferenciales.

La digitalización: la clave de Momofone

Darse de alta en Momofone es rápido, sencillo y desde cualquier dispositivo electrónico. Tan solo es necesaria una dirección de correo electrónico, documentación de identificación personal y la validación de un número de teléfono.

Los dos únicos requisitos para crear una cuenta son: haber alcanzado la mayoría de edad y que el documento de identidad, TIE o pasaporte se encuentre en vigor.

«Para que una sociedad sea avanzada, todos sus residentes deben disponer de acceso económico a los servicios bancarios y telefónicos básicos. Por ello, quiero dar la bienvenida a todo aquel que se sienta excluido, encontrando un producto único y una solución sin vinculaciones, permanencias y comisiones», señala Mariano de Mora, fundador y CEO de Momofone.

Además, la start-up tiende puentes a la banca tradicional y a las empresas de telecomunicación, cuya misión es atender a aquellos clientes no vinculados que, por no disponer de ingresos recurrentes, encontrarse inscritos en ficheros de solvencia, sin arraigo en España o estar en una situación de desempleo, no cumplen los requisitos establecidos por dichas entidades.