Los productos de aprovisionamientos, limpieza e higiene y básicos de alimentación protagonizaron la cesta de la compra durante 2020, destacando a nivel mundial el crecimiento de los congelados, con un aumento en valor superior al 10% y del 12,8%, en España, según la IV edición del informe ‘Europe´s Fastest-Growing Categories’, de ESM, en colaboración con IRI. En total, las ventas en gran consumo aumentaron en nuestro país un 7,5%, lo que equivale a unos 5.300 millones de euros, elevando el gasto total a más de 76.000 millones.
Junto a los productos desinfectantes y de higiene, los artículos básicos de alimentación como la leche, el café, los huevos y la harina en la mayoría de los mercados (los dos últimos, consecuencia del boom de la cocina en casa) registraron altos niveles de crecimiento. Por ejemplo, el desinfectante de manos aumentó en España un 2.299,3% en 2020, respecto al año anterior o en Italia, la categoría de Parafarmacia se incrementó en un 397,7%.
En el lado opuesto de la balanza, los artículos de cuidado personal. Estos han registrado el mayor descenso, con una caída de valor de venta del 5,3% en España o del 6,4%, en Reino Unido. Respuesta a la caída de encuentros sociales y la llegada del confinamiento. Los productos de bebé también reducen su valor, en un 6,7% en nuestro país o del 7,2%, en Italia, lo que ha generado un ambiente menos favorable para comenzar una nueva familia.
La crisis sanitaria hizo que los grandes distribuidores y fabricantes tuvieran que superar grandes retos, abasteciendo a la población “con un crecimiento sin precedentes y adaptando los puntos de venta a las nuevas exigencias sanitarias. Ahora, el nuevo reto es el nuevo consumidor, con nuevos hábitos de consumo, preocupado por la salud, con un presupuesto más ajustado y unos comportamientos que han llegado para quedarse”, ha explicado la directora de marketing de IRI, Cristina García.
2021: “Calidad-precio”
Con la mirada a 2021, se espera una relativa vuelta a la normalidad, influida por la progresión de la vacunación, en la que, si bien los comportamientos se mantendrán, es predecible que aquellos relacionados con la vida social reducida y el cierre de la hostelería provoquen nuevas variaciones en el hábito de los consumidores. Así, lo explicó Andrew Mitchell, vicepresidente ejecutivo internacional de IRI, “en los próximos 12 meses, la recesión económica prevista también influirá en el comportamiento de los ciudadanos, y los hogares europeos esperan la mejor calidad-precio. Ya estamos viendo que se están utilizando promociones e iniciativas de precios en un esfuerzo por atraer a los compradores”.
Y añadió que los “fabricantes y distribuidores deberán asegurarse de que su estrategia de valor tenga en cuenta tanto a los consumidores con presupuestos más ajustados como aquellos que pueden permitirse mayores gastos”.
IRI, especializado en servicios de big data, analíticas predictivas e insights accionables, colabora con empresas de gran consumo, distribuidores, agencias de medios e industria farmacéutica. El reporte mide los mercados de Alemania, Francia, España, Grecia, Inglaterra, Italia y Holanda.