A falta de pocos días para la celebración del Día Internacional de la Mujer (el 8 de marzo), algunos eventos mundiales como el norteamericano #MeToo o el nacional #YoSíTeCreo vuelven a protagonizar portadas de periódicos, informativos televisivos o redes sociales.
La industria de la publicidad es uno de los sectores que aún no retrata de forma igualitaria a las mujeres en sus campañas. De hecho, los hombres tienen un 38% más de probabilidades de ocupar un lugar destacado en los anuncios que las mujeres, según los resultados del último informe de Kantar Millward Brown (‘AdReaction, getting gender right’), que busca comprender cómo se siente el público con respecto a las cuestiones de género.
Los consumidores están de acuerdo de que las mujeres están mal representadas en los anuncios publicitarios, cerca de la mitad de los entrevistados a nivel mundial lo consideran, lo que se contradice con la opinión del 91% de los profesionales del sector de la publicidad que sí afirman hacerlo de forma correcta.
Kantar señala que aquellas empresas que no están apostando por estrategias igualitarias o no se dirigen a las mujeres están perdiendo 9.000 millones en valor de marca a nivel mundial. Por su parte, las compañías que sí lo están ejecutando valen más, con un promedio de 20.6000 millones, frente a los 16.100 millones de las marcas con sesgo femenino y los 11.5000, masculino.
El papel autoritario genera ventas
Los anuncios siguen siendo estereotipados, la gran mayoría de ellos muestran a las mujeres en papeles “cariñosos” o “agradables”, frente a un pequeño 6% de los spots que incluye un rol “autoritario”. Cabe destacar que los personajes femeninos con un rol de autoridad funcionan mejor que el resto, ya que no solo tiene una respuesta positiva en la sociedad sino que genera más ventas a corto plazo debido a su alta credibilidad y persuasión.
Sin embargo, Kantar afirma que “la creación de anuncios basados en el género es menos necesaria de lo que tradicionalmente se cree. Los buenos anuncios suelen ser buenos para todos y los malos son malos para todos, independientemente del sexo al que se quiera impactar”.