La industria de los productos promocionales está pasando apuros en la actualidad. Los nuevos consumidores se decantan por productos de mayor calidad y más concienciados con el medioambiente. Ya no buscan el tradicional regalo de plástico, de baja calidad, y fabricado en China. Prefieren un mensaje de la compañía concienciado, sostenible y práctico.
Después de haber crecido un 100% en el primer trimestre en comparación con el mismo período del año anterior, los pedidos disminuyeron significativamente a partir de marzo del 2020 en mercados grandes como España, Alemania, Italia, Francia y EE. UU. Una caída que afectó a la industria del marketing promocional en todo el mundo a raíz del coronavirus.
En el caso particular de Sprout World (www.sproutworld.com) empresa pionera en el merchandising sostenible con sus lápices plantables por ejemplo, la demanda de productos de escritura simplemente desapareció. Y con ello se experimentó que el mercado de productos promocionales se estancaba en el último año. Algo que además vino acompañado de un cambio de mentalidad en el consumidor hacia las medidas y productos con un necesario toque medioambiental.
El marketing como salvavidas para no desaparecer
Las crisis a menudo conducen a dificultades financieras, pero las empresas deben considerar cuidadosamente dónde ahorrar dinero. La clave para las empresas llagados a este punto es «permanecer visible». El publico final, el consumidor, se olvidará rápidamente de los negocios que recorten sus medidas de marketing. Aquellas empresas que enfatizan su presencia en tiempos de crisis, darán una impresión positiva y tal vez puedan beneficiarse de más pedidos una vez superada la crisis.
El hecho de que la crisis haya afectado a las economías de las empresas no significa que estas se estén decantando por productos más económicos y de menor calidad. Por supuesto, las empresas tienen que ahorrar dinero en tiempos como estos, pero no sólo en publicidad, sino también en otros ámbitos.
La sostenibilidad es un tema tan global como lo es el dinero o el coronavirus, y no va a desaparecer sólo porque estemos experimentando una pandemia. De hecho, estamos observando que tanto clientes como los usuarios demandan productos que sean más sostenibles.
Si los destinatarios ya no quieren utilizar productos convencionales (tradicionalmente contaminantes como lo son los productos promocionales tradicionales, con mucho plástico y de baja calidad) , desde el punto de vista de una empresa no tiene sentido seguir implementándolos. La sostenibilidad llegó para quedarse.
Calidad antes que la cantidad
Después de la última crisis financiera de 2009, la gente empezó a pensar de forma más consciente sobre qué y cuánto compraban. Pero después de un tiempo comenzaron a pedir productos baratos de China nuevamente y el impulso de compra se les fue de las manos.
La crisis, por ejemplo, ha demostrado que es importante no depender del Lejano Oriente para todo. Como reacción a esto, las empresas podrían producir localmente en el futuro
Veo la crisis actual como una fuerte llamada de atención. Tenemos que distanciarnos de este frenesí de consumismo y empezar a tomar decisiones de compra conscientes y sostenibles. Y estamos observando que cada vez más clientes comprenden por qué es mejor comprar menos y optar por un producto mejor y respetuoso con el medio ambiente, que el destinatario realmente quiere.
La sostenibilidad en la era post pandemia
La sostenibilidad era una mega tendencia antes del estallido de la pandemia de COVID-19 y hoy en día es una realidad que afecta más que nunca a la industria del marketing promocional.
La pandemia nos obliga a cambiar nuestro comportamiento, lo que no es necesariamente agradable para nosotros, pero está teniendo un efecto muy positivo en la naturaleza.
La crisis, por ejemplo, ha demostrado que es importante no depender del Lejano Oriente para todo. Como reacción a esto, las empresas podrían producir localmente en el futuro.
El número de viajes de negocios también podría reducirse fácilmente. Por ejemplo, soy mucho más eficaz cuando trabajo desde la oficina de mi casa. Mientras que solía pasar una hora conduciendo hasta la oficina para una reunión antes de la crisis, hoy puedo realizar muchas tareas en unos pocos minutos por teléfono o video chat. Esto me ahorra tiempo y al no conducir estoy protegiendo el medio ambiente. Por el bien del medio ambiente, debemos mantener estos cambios en su lugar en lugar de revertirlos.
Aunque las medidas que se están adoptando en la actualidad por parte de las empresas en materia de sostenibilidad para una mayor protección ambiental no son suficientes de lejos, ya estamos observando un progreso gradual y constante aquí.
La protección del medio ambiente no es algo que se realice sólo para «sentirse bien» y que uno pueda usar para presumir en Instagram. Es simplemente algo que tenemos que hacer para preservar nuestra tierra. Ya sea viajando, comiendo o consumiendo, las personas son cada vez más conscientes de las implicaciones de sus acciones y ese es un paso importante.
Nadie puede decir cuánto tiempo nos acompañarán los efectos de la crisis actual, pero habrá una vida después de la pandemia.