La polémica está servida: elige la tuya

Comenzaré comentando el spot del Instituto Canadiense de la Diversidad e Inclusión. En mi opinión, anuncios como este no creo

Comenzaré comentando el spot del Instituto Canadiense de la Diversidad e Inclusión. En mi opinión, anuncios como este no creo que hagan demasiado bien a la comunidad LGTB a estas alturas. Ver a dos atletas de bobsleigh muy cerca uno del otro, claro, encorsetados en sus ajustadas vestimentas, llevando a cabo, en cámara lenta, los vaivenes previos al recorrido curvo y acelerado en que consiste la prueba y decir que “los Juegos Olímpicos siempre han sido muy gays” me parece un chiste fácil, poco serio y carente de sensibilidad hacia la propia comunidad que, al parecer, ellos mismos representan.

Si esa es la mejor respuesta que tienen a la política de Putin contra gays, lesbianas, bisexuales y personas transgénero, y al apoyo homófobo que grandes marcas han mostrado en estos juegos, pues muy mal va el colectivo. Señoras y señores, los Juegos Olímpicos, ya sean de invierno o de verano, son un evento internacional en donde personas con un talento especial y con muchas horas de entrenamiento a sus espaldas compiten entre sí. No son ni gays ni straights. De la misma manera que ser gay o straight no está vinculado ni a un deporte ni a una profesión ni a una educación ni a una religión. ¡Por favor, qué estamos en el siglo XXI y hay discursos que deberían estar ya más que superados! Pero, que una organización LGTB caiga en esa trampa tan infantil y simplista, pues alucino un poco. Eso sí, luego pondrán el grito en el cielo y se quejarán de cómo algunos organismos y personas se dirigen a ellos.

Y ya puestos, continuando con anuncios que han suscitado polémica, le toca al anuncio de Coca-Cola emitido durante la pasada Super Bowl, America is beautiful. La bebida con ADN americano, preferida por los americanos y de la que más orgullosos se sienten, ha traicionado a muchos de ellos cantando una canción patriótica americana en diferentes idiomas, además del inglés americano de la versión original, of course. Esta reacción pone de manifiesto el rechazo y racismo que muchos americanos sienten no sólo hacia otras culturas, sino hacia ellos mismos. Algunas personas no aceptan que el mundo actual, les guste o no, sea multicultural, multisexual, multireligioso y multiglobal. Coca-Cola, no sé si consciente o no del tsunami que la cancioncita versionada iba a suscitar, se ha pronunciado para algunos en contra de lo que siempre han sentido representaba como marca. Si a esto se añade el haber sido la primera marca que en el prime-time de la Super Bowl incluye en su comunicación al público LGTB, pues realmente un cambio/revolución hay. Y muy potente. Quizá es parte de una estrategia de re-evolución, ya lo veremos; o bien es un intento de lavar su cara y ganarse a un público importante, aun perdiendo otro, al haber sido la patrocinadora principal de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, en Rusia, y haber hecho caso omiso a las peticiones de este colectivo. Yo veo poca coherencia entre un mensaje y otro. Y esos bandazos estratégicos e interesados penalizan, y al consumidor de hoy en día y al de mañana les molestan cada vez más. Sobre todo viniendo de los grandes. La polémica está servida, en plato frío o caliente.

Hay para todos los gustos y para todos los colores. ¿Con cuál te quedas tú? Si quieres opinar escribe #lapolemicaestaservida y comparte tu punto de vista.

(*) Óscar Gil Carrasco, director creativo freelance (www.linkedin.com/oscargil y @oscarinogil).