A día de hoy, el uso excesivo de las redes sociales, especialmente por parte de los menores de edad, puede ocasionar efectos colaterales en su salud mental debido a que pueden acabar consumiendo contenido inapropiado o leyendo información que resulta falsa. Esta exposición negativa se llama doomscrolling.
Este concepto nació durante la pandemia provocada por el COVID-19 debido a la constante necesidad por leer noticias sobre la confusa actualidad del momento. En inglés, ‘doom’ significa fatalidad y ‘scrolling’ es el acto de desplazarse hacia abajo en redes sociales. En este sentido, los jóvenes pasan parte de su tiempo consultando información negativa en Internet.
Según el informe de Qustodio, aplicación multiplataforma de seguridad y bienestar digital para familias, los menores españoles pasan casi una hora conectados en redes sociales. Este hecho implica que estén expuestos a los riesgos que acarrea el doomscrolling. Por ello, los expertos recomiendan algunos consejos para salir de ese hábito que puede atentar contra la salud mental de este tipo de usuarios.
Cinco consejos a tener en cuenta para combatir la negatividad en las redes sociales
1) Buscar noticias positivas: las redes sociales funcionan a través de algoritmos, si se está constantemente consumiendo contenido de todas las cosas malas que pasan en la actualidad, solo aparecerán noticias de esa índole. Para poder cambiarlo, hay que generar nuevos algoritmos, lo que ayudará a no encontrarse tan fácilmente con informaciones que pueden afectar al estado de ánimo.
2) Generar emociones reconfortantes: es aconsejable ponerse objetivos diarios para reforzar el ánimo, conseguir una rutina saludable o realizar actividades que motiven para tener un estado de ánimo que no incite al doomscrolling. Buscar aficiones comunes o conocer lo que les gusta a tus hijos ayudará a que tenga un buen estado de ánimo, además de compartir tiempo con ellos.
3) Hablar de las preocupaciones: externalizar los sentimientos puede ayudar a restarles importancia y no magnificar las noticias. Asimismo, servirá para tener un pensamiento más racional y menos impulsivo. Hablar con ellos ayudará a conocerles más y saber cuáles son sus preocupaciones.
4) Gestionar el tiempo frente al móvil: los videojuegos, internet, ver vídeos. Los excesos nunca son positivos, por lo que es conveniente crear un rutina digital. Los padres tienen que hacerles entender a sus hijos, aunque se enfaden, que les estás protegiendo.
5) Conocer lo que hace tu hijo: no le juzgues, habla con él y protégele ante cualquier situación peligrosa. Que vean seguridad al enseñarte lo que hacen, de esa forma puedes saber qué consumen y, si hay algún riesgo, tener su confianza para hablarlo abiertamente.
Otro factor es leer sobre actualidad para estar informado y conocer lo que verdaderamente ocurre en el mundo. Una investigación realizada por Darmouth College demostró la relación entre el abuso del teléfono para informarse con los riesgos de padecer síntomas depresivos o ansiedad.
Para Gloria Rodríguez, psicóloga experta de Qustodio, este problema se debe “al instinto de supervivencia. Estas noticias generan emociones primarias como el miedo, el enfado o la tristeza, que activan zonas cerebrales asociadas a la supervivencia, un mecanismo que todo ser humano posee. Necesitamos estar informados para sobrevivir a las tragedias y cuanta más información tengamos, pensamos que seremos más expertos y sabremos anticiparnos a los peligros. Por eso, una búsqueda genera la necesidad de buscar más”.