La AEA defiende una publicidad televisiva eficaz, no barata

En su comunicado, la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (UTECA), manifestaba que “sólo desde la ignorancia o la mala fe

En su comunicado, la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (UTECA), manifestaba que “sólo desde la ignorancia o la mala fe se pueden expresar tan torticeras afirmaciones. Acusar a las televisiones privadas españolas de oligopolio es una barbaridad. En España hay seis grupos de televisiones privadas nacionales, frente a uno en Italia y dos en Francia, Alemania y el Reino Unido. Las graves declaraciones de un portavoz de la AEA sobre un mercado publicitario español de televisión que es el más barato de Europa, y la mitad que el segundo más barato, son una patraña”.

Añadía la UTECA que “ya se sabe que a la Asociación Española de Anunciantes le gustaría que la publicidad se emitiese gratuitamente y cuanta más mejor, pero eso sólo es posible en sistemas políticos que están en la guardarropía. En una economía de mercado lo que hay que favorecer es la competencia entre los privados, sin interferencias de lo público”.

Desde la AEA recuerdan a UTECA que los anunciantes comenzaron el año planificando su publicidad para seis cadenas nacionales privadas más dos públicas y que ahora puede terminar sólo con tres, con las repercusiones que siempre supone una disminución de la oferta.

Así mismo, niega que los anunciantes tengan como deseo cuanta más publicidad mejor. “Ya la transposición de la Directiva europea de Televisión Sin Fronteras se efectuó, a nuestro juicio, de forma errónea en cuanto a los minutos permitidos de publicidad, al convertir el espíritu de los 12 minutos de publicidad, por y cada hora de emisión televisiva, en los 17 actuales. Como consecuencia, tras varias advertencias, Europa denunció a España ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo en el pasado mes de noviembre”, explica la AEA en su comunicado.
“No queremos que la publicidad se emita gratuitamente, queremos una publicidad a su justo precio, eficaz, que no produzca el hartazgo del telespectador y que pueda ser planificada en un número de medios razonable para que exista libertad de competencia real, la misma que se le exige a todas nuestras empresas anunciantes en su sector, porque eso sí que favorecería realmente una economía de mercado que propiciara el consumo y el crecimiento económico”, concluyen los anunciantes.