En su objetivo de avanzar hacia el social commerce, Instagram ha añadido una nueva funcionalidad que permite a las marcas utilizar las fotografías de los usuarios en los que se estén empleando sus productos.
A través de la función Contenido de la comunidad, las marcas pueden asociar contenido en el que están etiquetados a través de productos concretos y destarcarlo en plataformas de compra, como páginas de producto, tiendas y escaparates de tiendas de Instagram.
Según explica la red social, el contenido que los usuarios generan en la plataforma, incluida en los perfiles comerciales de las empresas, “sirven para incluir imágenes auténticas del estilo de vida de los usuarios creadas por la comunidad”, ayudando a potenciales compradores a tomar su decisión de forma segura.
Para poder solicitar el permiso a un usuario, se deben elegir las publicaciones que cumplan los requisitos establecidos por la red social. Quedan fuera, aquellas imágenes en las que se han etiquetado otros productos; las procedentes de cuentas privadas; imágenes en las que se han etiquetado a otras empresas y marcas; y en las que el usuario ha desactivado las solicitudes de permiso.
Una vez que la marca ha elegido una publicación, envía una solicitud de uso de la misma al usuario. Desde la red social se recuerda que “solamente la marca etiquetada en la publicación podrá solicitar permisos para su uso en las plataformas de compra en Instagram”.
En caso de ser aceptada, la imagen aparecerá en la página de productos, tiendas y escaparates de tienda. Si la petición se rechaza, la marca recibirá una notificación y la publicación no aparecerá en ninguna plataforma de compra.