Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y Groupe PSA se han reunido para revisar los términos de su fusión, prevista para el primer semestre de 2021, con el objetivo de reforzar el balance de ambas corporaciones ante la crisis sanitaria generada por la COVID-19 y asegurar que la operación finaliza lo antes posible. Tras la unión, ambas fuerzan pasarán a llamarse Stellantis, convirtiéndose en el cuarto grupo automovilístico del mundo por volumen de ventas (8,7 millones de unidades).
Según un comunicado de PSA, FCA repartirá un dividendo extraordinario de 2.900 millones de euros, frente a los 5.500 millones indicados en el inicio del acuerdo, mientras que la participación del 46% del grupo francés en Faurecia se distribuirán al conjunto de los accionistas de Stellantis inmediatamente después de la firma final y una vez aprobado por parte del Consejo de Administración la entidad resultante y de sus accionistas. Ambas partes han aceptado por unanimidad las modificaciones teniendo en cuenta el impacto sobre la liquidez de la pandemia en la industria preservando el valor económico.
Como consecuencia de las modificaciones, FCA y Groupe PSA han considerado además la distribución potencial de 500 millones de euros entre los accionistas de ambos grupos o de 1.000 millones a los de la corporación resultante, justo al cerrar la última reunión.
Las dos empresas han confirmado que el resto de conjunto de términos económicos del acuerdo de fusión, firmado el 19 de diciembre de 2019, se mantiene sin cambios, y que la puesta en marcha de esta unión se espera para finales del primer semestre de 2021. Se estima que Stellantis generará unas sinergias superiores a los 5.000 millones de euros, frente a los 3.700 señalado en un principio.
La entidad fusionada está compuesta por las marcas Peugeot, Citroën, DS Automobiles, Opel y Vauxhall, por parte de PSA, y Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Dodge, Fiat, Fiat Professional, Jeep, Lancia, Ram y Maserati del lado de FCA.