En un tiempo en el que Google y su negocio publicitario es investigado por las autoridades en busca de posibles actuaciones monopolísticas y que dañan a la competencia – incluso en su país de origen-, la firma tecnológica podría afrontar la retirada de su motor de búsqueda en Australia. Aunque, en esta ocasión, no por la obligación de una administración pública. Más bien, por propia iniciativa.
En Australia, el ejecutivo de Scott Morrison está en proceso de aprobar un código de conducta que sería de obligado cumplimiento para los gigantes de la publicidad digital: Facebook y Google.
El texto, presentado por la Comisión Australiana de la Competencia y el Consumidor (ACCC), pide a ambas compañías negociar de buena fe cómo pagar a los medios de noticias por usar su contenido; asesorarles en los cambios de algoritmo que afectarían a los rankings de contenido como forma de otorgarles cierta ventaja; favorecer la fuente original del contenido informativo en los resultados de búsqueda; y compartir data con las empresas de medios de comunicación.
Una norma que no ve con buenos ojos la compañía con sede en Mountain View. En su comparecencia ante el Senado Australiano, Mel Silva, directora general de Google Australia, destacó que esta ley era inviable. “La ley establece un precedente insostenible para nuestro negocio y la economía digital si la compañía tiene que pagar por el enlazado y los resultados de búsqueda. Eso no es compatible con la cuota de información online que es de distribución libre o con cómo funciona internet”.
Y fue más allá, al informar que, de ser aprobada, “sabiendo los riesgos operativos y financieros”, se verían obligados a retirar su servicio de Australia. Palabras que el primer ministro tildó de chantaje.
“Australia dicta las normas de lo que puedes hacer en Australia. Esto es lo que hace nuestro parlamento. La gente que quiera trabajar aquí sabiendo esto, es bienvenida. Pero no respondemos a amenazas”, subrayó Morrison.
En juego, el acuerdo de libre comercio entre EE.UU y Australia
A pesar de que el Departamento de Justicia presentase el pasado octubre una demanda contra Google, acusándolo de prácticas monopolísticas en el negocio publicitario de su motor de búsqueda, la administración estadounidense ha salido en defensa de la compañía.
En un comunicado dirigido al Senado Australiano, Estados Unidos ha señalado que la legislación propuesta es “irrazonable, impracticable, desequilibrada en sus fundamentos y podría traer consecuencias dañinas”, en cuanto a que podría animar a la administración del país norteamericano a retirar el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Australia.
“Desde el punto de vista de Estados Unidos, sería preferible realizar un estudio adicional de mercado y de consulta para identificar un fallo específico del mercado que podría llevar primero a la elaboración de un código voluntario. Y si este demostrara no ser efectivo, se podría lanzar una norma en cuyo proceso participasen los stakeholders, sopesando opiniones y pruebas que apoyen o rechacen las propuestas legales lanzadas”, escriben.
Aunque todavía el motor de búsqueda de Google está operativo en Australia, la multinacional ha estado bloqueando las páginas de noticias australianas de sus resultados de búsqueda para cerca del 1% de los usuarios locales. Una medida llevaba a cabo para testar el valor de los servicios de noticias australianos, explican.