La pandemia de coronavirus, presente desde hace más de un año, ha impulsado un mayor uso de los datos abiertos por parte de los países europeos. España se sitúa, junto a Francia, Irlanda, Estonia, Polonia y Ucrania, a la cabeza en el empleo de datos, formando en conjunto el grupo de países ‘marcadores de tendencias’.
Así se expone en el último estudio elaborado por la consultora Capgemini Invent, ‘Informe sobre la madurez de los datos abiertos 2021’, para la Comisión Europea y la Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, y que mide el nivel de desarrollo de los datos abiertos en el Viejo Continente.
Según el informe, dentro del conjunto de los 27, se han registrado nuevas mejoras este año en las cuatro dimensiones de la evaluación de datos abiertos – políticas, impacto, portal y calidad-, al alcanzar una puntuación global de madurez del 81%, lo que supone un aumento del 3% respecto a los resultados de 2020.
Después de marcar tendencia durante seis años, Francia es ahora el país europeo con más experiencia en materia de datos abiertos, con una puntuación de 97,5%. Le siguen Irlanda, España, Polonia, Estonia y Ucrania, considerados como marcadores de tendencia. En el lado opuesto, definidos como ‘principiantes’, Grecia, con apenas un 17%, seguido de Suecia, Malta, Montenegro, Bélgica y Hungría, cuyo nivel de uso no alcanza el 60%.
Según destacan los autores del estudio, los datos abiertos crean un alto impacto social para concienciar sobre temas relacionados con la salud y el bienestar, como la actual pandemia de la COVID-19.
El año pasado, la necesidad de responder a la crisis llevó a muchos países a empezar a publicar datos relacionados y a desarrollar iniciativas y cuadros de mando para hacer más comprensibles los datos a los ciudadanos europeos. En 2021, las iniciativas y los cuadros de mando se han complementado en la mayoría de los casos con estadísticas recientes sobre las tasas nacionales de vacunación, la capacidad de producción de vacunas, la disponibilidad de equipos de protección, los recursos de cuidados intensivos, etc.
“El informe muestra que el hecho de contar con las políticas adecuadas, ofrecer portales avanzados para encontrar datos y fomentar la interacción entre editores y reutilizadores, además de tener una alta calidad de datos, es crucial para facilitar la reutilización. Los numerosos cuadros de mando basados en datos y las iniciativas relacionadas con la pandemia de la COVID-19 son grandes ejemplos del impacto que puede lograrse a través de los datos abiertos”, comenta Daphne van Hesteren, consultora de Capgemini Invent y coautora del informe.
Según recoge la Comisión Europea, los datos abiertos son información que cualquiera puede utilizar, modificar y compartir libremente. La información es recogida, producida o pagada por organismos públicos, organizaciones privadas y ciudadanos. Los beneficios de los datos abiertos incluyen un aumento de la transparencia y la responsabilidad del gobierno, así como beneficios sociales y económicos tangibles para los ciudadanos, las empresas y la sociedad civil.
De acuerdo con el estudio, muchos Estados-miembro han confirmado que están realizando o incluso completado la transposición de la Directiva de Datos Abiertos a sus leyes nacionales. Esta norma entró en vigor en julio de 2019 y es la pieza clave dentro del marco jurídico de la Unión Europea que supervisa los datos abiertos y su reutilización.