España aventaja a Alemania en ‘vida digital’

El Observatorio de Tendencias eCultures Europe, realizado por G2 y en el que han participado más de 6.500 personas de

El Observatorio de Tendencias eCultures Europe, realizado por G2 y en el que han participado más de 6.500 personas de un total de seis países (Reino Unido, España, Francia, Alemania, Rumania y Rusia), clasifica las diferentes personalidades digitales que caracterizan a los habitantes europeos.

De acuerdo con los resultados, y en contra de lo que pudiera pensarse, España es un alumno aventajado con respecto a otros países cuya imagen suele ira asociada a la innovación, como Alemania.

La población española se divide en dos grupos mayoritarios: los L-Platers (36%) y los Cognoscenti (21%). Los primeros se encuentran en fase de prendizaje. Leen noticias, emails, buscan información pero todavía no compran online. Los segundos dominan la tecnología, utilizan varias plataformas (tabletas, ordenador, smartphone), interactúan con las marcas y compran en Internet.

Por el contrario, los alemanes ocupan el último puesto del estudio en cuanto a relación con las nuevas tecnologías se refiere. La mayoría son Funcionalist (32%), es decir, su vida digital es muy básica y su uso de Internet se basa en la búsqueda de información. No les interesan los amigos virtuales. Entre sus habitantes también hay elevado número de <Web watchers, es decir, meros espectadores que tienen un cierto respeto a las nuevas tecnologías por considerar que no tienen demasiada fiabilidad.

Otra circunstancia que diferencia a España de Alemania es el número de Geek chic o grandes compradores online. Alemania es el país que menos consumidores de este tipo tiene, mientras que en España vive el más alto porcentaje de este colectivo.

Otros países analizados, como Francia o Reino Unido, se encuentran en una posición intermedia. La mayoría de sus ciudadanos encajan dentro de los Value vulture, un grupo formado por gente en aprendizaje continuo y que les gusta realizar compras online pero que creen que las empresas deberían trabajar más los mensajes emocionales para conectar con el consumidor.