El streaming avanza; la TV resiste pero debe captar nuevas audiencias

Wavemaker analiza el consumo de los servicios 'streaming' frente a la televisión lineal de cuatrocientas mil personas en 54 países

Cada vez son más los jóvenes que visualizan contenido a través de servicios streaming, aunque a nivel global, la televisión tradicional sigue teniendo su hueco. El 58% de jóvenes de entre 18-24 años ven la tv en streaming frente al 42% que ve la tv tradicional. En el grupo de mayores de 55 años, es la televisión tradicional, con un 67%, la que supera a la visualización del contenido en streaming con un 33%.

En nuestro país, las cifras son parecidas. El grupo de jóvenes de 18-24 años, prefiere ver programas en streaming  en un 64%, frente al 36% que ve la televisión lineal. Los mayores de 55, se decantan en un 37%  por el streaming y en un 63% por la televisión lineal. En España, la televisión en streaming supera a la televisión lineal, sobre todo entre los jóvenes.

El consumo de TV durante la pandemia ha aumentado y los consumidores son cada vez más exigentes con el contenido que quieren ver. Las suscripciones a servicios de streaming en nuestro país fue de un 52% durante los últimos  seis meses. Plataformas como Netflix, Disney + o Amazon han ganado un gran número de suscriptores durante los meses de confinamiento (del 49% al 53%, del 9% al 13% y del 16% al 19%, respectivamente).

Está claro que la tendencia del streaming seguirá subiendo y que el confinamiento ocasionado por la pandemia ha supuesto un impulso para las plataformas en línea, que, visto lo visto, seguirán teniendo un margen de mercado amplio.

Como se muestra en el LIVE panel de Wavemaker, son las audiencias más jóvenes las que están impulsando el cambio hacia el uso de los servicios de contenido streaming. Para ganar terreno, o simplemente sobrevivir, la televisión debe ofrecer contenido de calidad y comenzar a generar más audiencias. Los especialistas en marketing deberán pensar de manera creativa e interactuar con los consumidores creando historias relevantes para las marcas a través de un contenido sin publicidad, por ejemplo, con programación financiada con publicidad o product placement.