El Proyecto Rosen nació con el objetivo de conseguir la máxima captación de clientes potenciales. Con esta pauta se crearon dos acciones que pretendían crear expectación y una última que tenía una función de resolución.
La campaña comenzó con la invitación por correo electrónico a todos los clientes de Audi para ver un documental. El acceso confluía en un escenario secreto ubicado en la red central de Audi y que parecía esconder unos planos para la construcción de una máquina futurista en la que se incluía una entrevista a un ingeniero alemán. Ya en este primer paso el enigma del viral llegó a los blogs y foros del sector del motor.
En la segunda acción los internautas fueron testigos directos del trabajo diario de los ingenieros en el búnker secreto y también se abrió la puerta de los planos misteriosos que debían ser ordenados y tratados para poder ser descifrados. La curiosidad generada permitió a algunos usuarios adelantarse a la tercera fase, que se resolvió antes en la bloggosfera que en el sitio de Audi. Finalmente se remitió un correo electrónico que revelaba información del nuevo Audi A4.