La crisis sanitaria generada por el brote de coronavirus en nuestro país podría suponer, una vez finalizado el confinamiento, la incorporación en los propios centros de trabajo de medidas que ayuden a garantizar el fin del covid-19, como el control de temperatura o el uso de geles desinfectantes.
Así lo prevé el último informe elaborado por la consultora McKinsey, ‘How to restart national economies during the coronavirus crisis’ (Cómo reanudar las economías nacionales durante la crisis del coronavirus, en español), donde se recuerda la necesidad de implementar medidas en todos los sectores económicos para garantizar la salida de la crisis sanitaria mientras se vuelve a la normalidad.
El informe cita el mantenimiento de una distancia física de 1,5 metros dentro del centro de trabajo, así como el establecimiento de una capacidad máxima en espacios cerrados. La consultora aconseja, de igual modo, mantener la suspensión de eventos que congreguen a más de 25 personas.
El teletrabajo, una realidad en nuestro país desde que se decretase el estado de alarma, podría extenderse hasta los seis meses, siendo recomendable un mínimo de tres. Y para aquellos que vuelven al centro laboral, podría instaurarse el control de temperatura, un protocolo que también se hallaría en las tiendas, una vez abiertas al público.
La desinfección diaria, presente actualmente en el transporte público y en los espacios que permanecen en activo, es recomendable trasladarlo al resto de sectores, recuerdan en el estudio, así como poner en marcha medidas obligatorias de higiene y salud, como el uso de mascarillas y de geles desinfectantes.
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