Lo inesperado es cuando vas a agarrar la realidad con las manos y ésta, burlona, salta apareciendo detrás de ti. Nos explota por sorpresa y cambia nuestras vidas, hábitos, rutina, y nos pone en estado de alerta. Los abrazos, los besos…, ¡quién nos lo iba a decir…! de repente se vuelven peligrosos, lo que nos acercaba ahora nos aleja. Pero mantenemos la esperanza porque esto pasará, sin obviar que habrá dejado devastadores efectos, pero lo superaremos juntos y nos habremos hecho más fuertes como ciudadanos. Ojalá que cuando esta firma se publique ya hayamos dado pasos de mejora hacia adelante.
Nos hemos vuelto a mirar hacia adentro; dicen que ahí está la auténtica felicidad. Más que afuera, debemos empujar hacia adentro para poder pensar y reflexionar, hemos sacado a la luz lo mejor que tenemos como seres humanos y vivimos auténticas oleadas de solidaridad. Las redes sociales, que tantas veces utilizamos mal, muestran su mejor versión como motor de apoyo colectivo.
Iniciativas reales y no discursos vacíos
La expansión del Covid-19, que acrecienta nuestra vulnerabilidad e impacta en nuestro día a día, nos ha hecho reaccionar, y estoy segura de que este momento sin precedentes que atravesamos va a cambiar la manera de relacionarnos a futuro.
Organismos, anunciantes, medios, etc. estamos poniendo nuestro esfuerzo para tratar de hacer más llevadera la vida de las personas. Y así debemos responder a ese sentimiento que tiene una gran parte de la población cuando apela a la responsabilidad de las marcas a la hora de resolver problemas que afectan a la sociedad.
Estamos viendo iniciativas reales y no discursos vacíos, ya que el activismo corporativo se está demostrando con hechos: garantizando la conectividad por parte de las empresas tecnológicas; intensificando los servicios online con recogida de mercancía en los aparcamientos de los centros comerciales; habilitando nuevas líneas telefónicas que permiten la compra directa; ampliando plataformas de contenido educativo; repartiendo gratuitamente alimentos a los más necesitados; entregando material sanitario a los hospitales; difundiendo en abierto contenidos de entretenimiento a través de internet; devolviendo importes de billetes de viaje y ocio; poniendo a disposición cadenas de producción para aumentar los recursos necesarios, aportando donaciones, abaratando costes, etc., etc.
Una gran prueba para las marcas
Lamentablemente las empresas están sufriendo ajustes que dejan a los ciudadanos en situación de riesgo y ahí es más necesario que nunca seguir fomentando la generosidad y la solidaridad en todas las circunstancias para ganar todos juntos.
Desde la Asociación Española de Anunciantes queremos agradecer los sacrificios y esfuerzos que están haciendo tanto sanitarios, principalmente, como técnicos encargados de crear y mantener la adecuada estructura tecnológica, así como aquellos que por sus puestos de trabajo deben permanecer fuera de sus casas atendiendo a los consumidores de necesidades básicas, los voluntarios….
Igualmente, desde nuestro sector, la aea alienta las muestras de apoyo a la ciudadanía que muchos de nuestros asociados están poniendo en marcha.
Las marcas se enfrentan ahora a una gran prueba: la de la toma de asunción de responsabilidad en materias que hasta la fecha parecían solo competer a la política; hemos pasado a necesitar que las empresas tomen partido, como así están haciendo. Se trata de ofrecer un valor relevante en momentos de ansiedad, de afianzar de manera positiva una nueva relación basada en la confianza, al tiempo que se exploran otros territorios de contacto como las experiencias digitales.
La artillería de la creatividad
El descenso en las inversiones publicitarias será un hecho, no pudiendo escapar de la recesión económica, que tanto está afectando a la producción, a la distribución, a las finanzas, a la automoción, a la construcción, al consumo, en definitiva, tanto a grandes como a pequeñas y medianas empresas. Pero somos una industria acostumbrada a trabajar en momentos de crisis, a sacar toda la artillería de la creatividad y de la innovación en situaciones complicadas: ese es nuestro campo de batalla, poniendo en valor el talento tan meritorio de nuestros compañeros de viaje, de las agencias. Ahora lo importante es que demostremos lo que es la industria publicitaria, que nos anticipemos y enseñemos nuestro orgullo de pertenencia.
La comunicación y actividad publicitaria tiene una gran oportunidad para mostrar su lealtad y entrega hacia el consumidor estando pendiente de sus necesidades y aportando servicio, todos formamos parte de una gran red vital.
“Códigos y Latidos con Propósito” seguirá siendo el lema de nuestro próximo Foro Profesional del Anunciante que hemos aplazado al 23 de septiembre. En este marco de conversación nos reuniremos y analizaremos seguramente los meses tan críticos que habremos pasado y seguro que obtendremos muchos aprendizajes para compartir.
La razón y la emoción nos ayudarán a sobrellevar esta situación compleja que nos ha obligado a cambiar nuestra normalidad, echando de menos todo aquello que quizá no valoramos hasta que lo perdemos. Pero, insisto, somos un sector experto en resolver crisis y debemos contribuir con mensajes positivos e iniciativas que ayuden a seguir siendo un país fuerte.
