La sostenibilidad es, a día de hoy, una máxima a integrar por las marcas, sobre todo teniendo en cuenta la importancia dada por los consumidores. Sin embargo, desde Kantar, han encontrado gaps entre las intenciones y los deseos de los consumidores y sus comportamientos reales.
Un 85% de los consumidores creen que es importante comprar productos de empresas que apoyan las causas que les interesan, pero un 57% estaría dispuesto a pagar más dinero por productos más sostenibles con el medio ambiente.
A pesar de las buenas intenciones de los consumidores, se han encontrado gaps entre éstas y sus comportamientos reales. Un 56% reconoce que, a pesar de mostrar preocupación por la contaminación de mares y océanos, compran productos cubiertos por una cantidad de plástico innecesaria. Asimismo, un 63% de los que afirman mostrar preocupación por el riesgo de reducción de la diversidad, reconoce haber adquirido productos no certificados como de origen sostenible.
Multitud de actitudes por integrar
Llevar su propia bolsa a la compra, reciclar lo máximo posible, reducir el gasto de energía y agua en casa, comprar menos ropa o usar medios de transporte más ecológicos son algunas de las acciones que ya llevan a cabo y, además, se consideran como reforzadas o facilitadas por el entorno.
Acciones como evitar productos con plastificado, comprar productos que no impliquen test animal y de origen local, o el uso de envases reutilizables en la compra se convierten en acciones que desearíamos llevar a cabo pero que por diversos motivos no se están realizando.
Viajar menos o donar de manera habitual a causas relacionadas con la sostenibilidad, tienen menor implicación pero sí son realizadas por los consumidores porque, de alguna manera, son facilitadas por su entorno, aunque en el caso de los viajes es debido a las restricciones actuales.
Las acciones donde menos se implican los consumidores son la compra de productos de segunda mano y productos certificados por su sostenibilidad o procedentes de animales criados en libertad, entre otras. Estas acciones deben ser tenidas en cuenta por las marcas, ya que si no se llevan a cabo y su baja implicación puede estar motivada por las dificultades existentes para materializarlas.
Un precio elevado desanima al consumidor
El precio es la barrera más señalada por los consumidores. Un 77% de ellos afirman que los productos sostenibles o éticos siempre son más caros que los que no los son en la misma categoría. En un 73%, declaran que la información acerca de lo éticos o sostenibles que son algunos productos es insuficiente. Además, un 65% de los consumidores declara no sentir que generan un gran impacto o diferencia en su comportamiento individual.