Según los datos del informe ‘Perspectivas del consumidor’ de Kantar Millward Brown, el índice que mide la confianza de los consumidores desciende casi 6 puntos en comparación con el segundo trimestre, situándose en el 0.9.
A diferencia de lo ocurrido en verano donde celebramos la mayor tasa de confianza del consumidor desde 2008, situado en los 6,2 puntos, en el tercer trimestre del año tal confianza experimenta un descenso. No obstante, desde 2017 dicha tasa se mantiene en niveles por encima del 0.
Esta desconfianza se debe al clima informativo negativo que el descenso del turismo vivido en agosto ha generado así como la caída del consumo minorista. En contrapartida, las ventas de automóviles en los tres últimos meses alcanzan cifras que no se veían desde hace una década.
En cuanto a su posición frente a la compra, un 37% de los encuestados cree que es mejor comprar marcas conocidas, “ya que son las que ofrecen seguridad”. Le siguen aquellos que piensan que es mejor probar entre varias marcas y seguir consumiendo marcas blancas (26%). Tan solo un 8% de los consumidores está dispuesto a buscar marcas nuevas.
En relación al tipo de productos, los españoles han considerado retrasar el momento de contratar algún producto financiero, como un fondo de inversión o un plan de pensiones (-38%), una hipoteca (-41.2%) o adquirir una vivienda (-44.9%). Por su parte, la mitad de los compradores opina que es buen momento para comprar alimentos (53,5%), productos de droguería (40,6%), de belleza (30,2%) y ropa (24,4%).
El índice de confianza al consumidor se obtiene a partir de la media de tres valoraciones: la situación del país, la situación económica del hogar y el momento para realizar grandes compras.
Crece el pesimismo en cuanto al desempleo
El informe también señala el aumento del pesimismo de los españoles en relación al desempleo. Pasa del 20% al 29% en estos últimos tres meses, aunque la mayoría de los consumidores piensa que no va a perder su empleo al acabar el año (72%). En cuanto a los ingresos, 6 de cada 10 cree que su bolsillo apenas variará mientras que una cuarta parte de la población no sabe cómo evolucionarán sus ingresos en un futuro próximo.
En este último trimestre se incrementa de igual forma el número de consumidores que opina que aún estamos lejos de salir de la crisis, pasando del 42% al 53%.