Comunicar sirve para inspirar. Cuando una empresa pone de manifiesto que ya actúa proactivamente dentro de unos estándares sostenibles, adopta el rol de modelo para otras organizaciones e, incluso, contribuye a que la sociedad al completo sea consciente de la necesidad de impulsar una manera más justa de gestionar la economía.
Encontrar el canal adecuado
Hay un creciente apetito de noticias sobre marcas que forman parte de la economía circular y que están descubriendo nuevas formas de compartir los recursos del planeta. Pero, si nos comparamos con otros países, aún estamos unos pasitos por detrás. Los medios de comunicación siempre han sido y, siguen siendo, una herramienta fundamental para llegar al público y debemos colaborar con ellos para guiar su influencia a favor de los temas relacionados con una nueva manera de hacer negocios. Como tal, sus canales deben aprovecharse para visibilizar la importancia de participar en la economía regenerativa para conseguir un cambio real en el modelo productivo y cuidar el planeta.
A estos medios más “tradicionales”, desde hace unos años, se les han sumado nuevos canales, como las redes sociales, que llegan a un público más joven, con sensibilidades diferentes y que será, en gran parte, el encargado de dar continuidad a la gestión de todos los recursos en el futuro. Además, el carácter audiovisual de estas redes permite ilustrar claramente el impacto de las iniciativas de la economía regenerativa y concienciar sobre las consecuencias de no impulsar el cambio. Es apasionante lo que puede ofrecer el binomio medios de comunicación y redes sociales para cambiar los hábitos de consumo.
La combinación de veracidad y emoción
Más que en cualquier otra área, comunicar sobre sostenibilidad, economía circular y consumo responsable es sinónimo de transparencia y honestidad. Aquí no sirven grandes artificios ni contenidos que rocen lo marketiniano: todo tiene que estar basado, no en promesas, sino en la puesta en marcha de iniciativas que tengan un impacto positivo verificable. Que se puedan medir. Con eso siempre en mente, la comunicación será aquí la herramienta perfecta para narrar de manera inspiradora la importancia de la iniciativa en cuestión, creando espacio para temas de vital importancia para la sociedad en medios tradicionales y nuevos canales.
El archimencionado storytelling aquí sí juega un rol principal. Decíamos que lo que “no se comunica, no existe”, pero también es verdad que lo que no se comunica a través de una narrativa bien explicada e ilusionante, tampoco existe. Y aquí entra en juego una gran contradicción: tenemos que basarnos en realidades, datos, pero contarlos apelando a los sentimientos. Solo así, los consumidores finales entenderán la importancia de apostar por alternativas regenerativas, aunque cuesten más.
Una vez que un proyecto haya llegado a su fin, es importante sentar las bases para futuras iniciativas que contribuyan a la economía regenerativa y que den continuidad en el tiempo a la estrategia de marca. Buscamos ser realistas a corto plazo, medir resultados, mejorar lo posible y celebrar momentos. En definitiva, la sostenibilidad no es solo un mero hito que una empresa alcanza para luego olvidarse de ella; es un objetivo continuo que debe regir la estrategia de cualquier empresa.
La economía regenerativa significa alejarse de los modelos de negocio extractivos y liberar el potencial de las contribuciones positivas para la naturaleza y la sociedad. Aún queda camino por recorrer, pero tenemos la certeza de que si queremos que el mundo cambie, tenemos que empezar por inspirarnos con casos